Ferrol: condenados al aislamiento ferroviario por la desidia de los políticos-(Pepe Fernández del Campo)

Pepe Fernández del Campo (*)
Ferrol ha vuelto a ser abandonado. Esta vez, por el tren. Renfe ha suprimido el único convoy directo que unía nuestra ciudad con la capital de España. A partir del 9 de junio, quien quiera viajar tendrá que levantarse de madrugada y hacer transbordo en A Coruña. Mientras otras ciudades gallegas ganan en frecuencias, en trenes modernos y en conexiones, Ferrol pierde. Y nadie, ni en Santiago ni en Madrid, parece mover un dedo por evitarlo.

No se trata de una simple cuestión logística. Esta decisión es un símbolo, otra muestra de ese desprecio sistemático que sufre Ferrol por parte de quienes ostentan el poder, tanto en el Gobierno central como en la Xunta de Galicia. Para ambos, Ferrol no existe. Ni cuenta en los presupuestos, ni aparece en los discursos, ni se incluye en las promesas que luego se convierten en obras en otras comarcas.

Mientras se anuncian miles de millones para trenes AVE en Castilla y León, o se invierte en líneas de alta velocidad que cruzan de norte a sur el país, Ferrol sigue esperando un trazado ferroviario del siglo XXI. Mientras se riegan con dinero público proyectos en el extranjero —como las infraestructuras en Marruecos que promueve el Gobierno central con dinero de todos—, aquí no somos capaces ni de mantener una conexión digna con Madrid. ¿Qué debe ocurrir para que Ferrol sea tenido en cuenta? ¿Cuántas décadas de agravios debemos soportar?

La Xunta tampoco está exenta de responsabilidad. El gobierno autonómico lleva años hablando de cohesión territorial, de reequilibrio, de comarcas olvidadas. Pero cuando toca defender los intereses de Ferrolterra ante Madrid, guarda silencio. O peor aún: actúa como cómplice de quienes nos condenan al olvido. Se invierte en Vigo, en Santiago, en Lugo… pero Ferrol siempre queda fuera del reparto.

El ferrocarril: más que transporte, una palanca de desarrollo

Las conexiones ferroviarias no son un lujo: son una herramienta clave para el desarrollo sostenible, económico y demográfico de cualquier ciudad. Una línea directa y eficiente con Madrid no solo mejora la calidad de vida de los ciudadanos, también facilita el asentamiento de empresas, dinamiza el comercio, impulsa el turismo y fortalece la cohesión territorial. Allí donde llega el tren, llega también el futuro.

Ferrol, con un puerto estratégico, con una tradición industrial y naval única en España, con un entorno natural privilegiado y con un capital humano sobradamente cualificado, tiene todo el potencial para renacer y ocupar un papel relevante en el tablero económico del noroeste peninsular.
Pero eso exige infraestructuras modernas, accesibilidad y voluntad política.

Cada día que pasa sin tren directo es una oportunidad perdida. Cada conexión suprimida es un obstáculo más para retener talento, atraer inversión o evitar el éxodo juvenil. Ninguna ciudad puede desarrollarse con sus arterias de comunicación cortadas. Y menos una ciudad periférica, que necesita conectarse con los centros de decisión y de mercado. Por eso, defender el tren es defender el futuro.

Ferrol no puede vivir de la nostalgia de lo que fue, ni resignarse al papel de ciudad-museo. Merece un lugar en el presente y en el futuro de Galicia y de España. Pero para eso necesita algo más que discursos vacíos: necesita inversiones, voluntad política y decisiones valientes. De momento, lo único que nos llega son tijeras.

Y con cada recorte, con cada agravio, con cada tren que ya no llega, se hace más visible la verdad que tantos no quieren ver: que hay regiones enteras a las que se está dejando morir. Y Ferrol, una vez más, va en cabeza.

(* )-Profesor de Máster. Licenciado en Derecho. Máster en Derecho de la IA. Doctorando en “IA en la Internacionalización de Empresas”

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2 comentarios

  1. Enhorabuena por su artículo, que comparto plenamente. Muestra la verdadera realidad de la constante discriminación de Ferrol en los medios de comunicación. El tren es el futuro, y es la única ciudad gallega en la que se elimina.