Enrique Barrera Beitia
La noticia de que Ferrol ha decidido abandonar el Eje Atlántico (EA) reviste para mí una especial gravedad, como vecino de la ciudad y también a título personal, porque en 1992 acompañé a Oporto al que entonces era alcalde de nuestra ciudad, Manuel Couce Pereiro, para participar en la fundación de esta asociación transfronteriza de Galicia y norte de Portugal.
La idea partió de los alcaldes de Vigo y Oporto, y fuimos once ciudades más las que aceptamos la invitación. Posteriormente se sumaron otras veintitrés ciudades y las diputaciones provinciales de Ourense y Pontevedra.
Ahora, el PP de Ferrol ha impuesto su mayoría absoluta para abandonar este organismo, aduciendo que no cumple sus objetivos y que no hay retorno que justifique pagar los 17.000 € de cuota anual. Hablan de un informe técnico que aconseja la salida, pero que no han presentado, y que la oposición cree que no existe.
La realidad es que desde su nacimiento, el Eje Atlántico ha proporcionado importantes beneficios a sus miembros, no sólo en relación a captar fondos comunitarios sino también en los ámbitos de la gestión municipal, como la movilidad, la aplicación de la agenda 21 de la ONU para desarrollo sostenible, el fomento del turismo, la educación, la cultura y el deporte. Durante el mandato municipal de Ángel Mato, nuestra ciudad se benefició de los siguientes seis eventos:
a) Informe sobre la modernización de la línea ferroviaria Ferrol- Coruña, y su enlace con Lugo,
b) Informe sobre estrategias de competitividad de Ferrol y comarca,
c) Feria de Turismo (Ferrol Expocidades).
d) Muestra musical de los conservatorios de la euro-región, obteniendo nuestros representantes del Conservatorio de música Xan Viaño, cuatro primeros premios.
e) Apoyo y asesoramiento para la candidatura de Ferrol y del barrio de A Magdalena, como Patrimonio de la Humanidad,
f) Concierto de las letras galaico-portuguesas en homenaje a Ricardo Carvalho Calero.
En algunos casos, Ferrol sólo tuvo que abonar el 20% del gasto, y en otros sólo tuvo que aportar los locales. El último acto arriba señalado, fue financiado íntegramente por el EA con alrededor de 65.000 €.
Puede que haya olvidado algunas otras actividades, pero para mí es indiscutible que el retorno de las seis enumeradas, supera ampliamente la cuota anual de 17.000 €. Naturalmente, los beneficios que un alcalde obtiene para su ciudad guardan relación con el tiempo que dedique a trabajar dentro de este organismo, y es una realidad que el nuestro no ha acudido a ninguna reunión de su comité ejecutivo, ni siquiera cuando en Santiago se iba a tratar un plan piloto de laboratorios de transformación innovadora para Ferrol, que lógicamente terminará en otra ciudad, como también se perderá lo que el EA pudiera aportar al Plan socio-comunitario de Recimil. Como JM Rey Varela no es vago, tengo que concluir que sus ausencias se deben a la coincidencia con la reuniones del Senado, que está muy activo.
Ante estos hechos hay que preguntarse por el motivo real de la salida, y es altamente revelador que al igual que nuestra ciudad, la Diputación de Ourense y los concellos gobernados por el PP (Ponteareas y Lalín), hayan decidido abandonarlo conjuntamente ¿Acaso han llegado todos a la misma conclusión que Ferrol, y en el mismo momento?
Para mí el mensaje político no puede estar más claro: es la respuesta de la Xunta a la falta de apoyo del EA al polémico proyecto de instalar en Palas de Rei una macro-planta de celulosa y fibras textiles. Es por lo tanto una orden que viene dada desde presidencia de la Xunta, y de todo esto cabe sacar la conclusión de que nuestro gobierno local antepone los intereses de partido a la defensa de los intereses de la ciudad.
Así de sencillo, por mucho que esto moleste.
Vamos a ver. No es más que un chiringuito de bien remunerados que no cumple la función para la que fue creado.