José Luís Álvarez
“No te fies de las adhesiones” decía mi padre recordando aquellas concentraciones multitudinarias que se celebraban en la plaza de Oriente y a las que acudían, en autobuses a veces con el bocadillo pagado, millares de ciudadanos convocados para mostrar su apoyo “al Caudillo”.
En el antiguo NODO se ofrecían imágenes de la llegada de Franco a Cataluña y el fervor que se le demostraba al que en las pancastas lo denominaban como el salvador de la patria. Concretamente se citaban esas concentraciones como un desbordamiento popular
Aquí en Ferrol en la entonces plaza del Marqués de Alborán, hoy de Armas, también gentes de toda la comarca acudian para victorear a su paisano.
La manifestación del 1 de octubre de 1975 fue la última aparición en vida y alocución pública de Francisco Franco. Murió poco después. La convocatoria se realizó en la Plaza de Oriente de Madrid como muestra de apoyo al Gobierno, que pasaba una época difícil debido a las críticas recibidas por varios gobiernos extranjeros, provocadas por la decisión de fusilar a terroristas de ETA involucrados en el asesinato del presidente del gobierno Luis Carrero Blanco en 1973, pese a que numerosas organizaciones pidieron que esta condena no se llevara a cabo.
La convocatoria fue estimada por el régimen en unas 700.000 personas y en 1.000.000 por la Televisión Española.
Y esas concentraciones de adhesión, aunque con distintos actores, vuelven a recordarnos las que en estos últimos días hemos visto, muy especialmente en la Televisiòn Española, para apoyar al actual presidente de gobierno, muy agobiado y en retiro por unas jornadas, ante los que denomina ataques a su familia, con amenaza de una posible dimisión.
Rápidamente llegaron los mensajes, había que realizar concentraciones de adhesión “Pedro no te vayas”…. y es de suponer que Pedro se sentiría muy satisfecho. Ya había logrado que la ciudadanía lo apoyase, que al igual que entonces…las muestras de estar con él fueran masivas, cifras facilitadas por los medios afines y la televisión que pagamos todos.
Y todo se resumía en lo insufrible que es el ataque a la familia, es insoportable, no debiera utilizarse ese método para fastidiar al contrario, no es ético levantar falso testimonio…..y así un sin fin de frases con las que cualquier ciudadano de bien estaría de acuerdo.
Lo malo es que quien siembra vientos recoge tempestades. Y aquí no vale el yo te insulto, el yo ataco a los tuyos, el yo aplaudo a los mios cuando a ti te ponen a parir o el yo ataco a tu esposa ..pero tu a mi no me toques porque en caso contrario organizo…lo que organizo.
La izquierda en general y el PSOE en particular se afanan estos días en propalar la idea de que la mujer de Sánchez es víctima de una ofensiva política, mediática y judicial sin precedentes para justificar así el retiro de «reflexión».
Y lo cierto es que él mismo es el primero que ha protagonizado severos y continuos ataques a los familiares más cercanos de sus principales adversarios políticos en ocasiones y escenarios tan solemnes como su última investidura y el Congreso.
Así, aprovechó el atril de la Cámara Alta durante su investidura a mediados del pasado mes de noviembre para acusar al hermano de Isabel Díaz Ayuso, de estar involucrado en un «posible caso de corrupción» y lo hizo a sabiendas de que este asunto, alentado por denuncias de su partido y de sus socios, había sido archivado por hasta dos Fiscalías distintas y hacía mucho tiempo.
Por descontado, Sánchez, su partido y su Gobierno ignoraron por completo el malestar que esas palabras provocaron en la aludida y su familia, al señalar al hermano de Ayuso como presunto corrupto.
Y el propio Sánchez estaba sentado al lado de su mano derecha en el Gobierno y el PSOE, María Jesús Montero, cuando hace poco más de un mes la vicepresidenta se sirvió de una noticia falsa para atacar a la mujer del líder de la oposición de nuevo en el Congreso: «¿Es verdad que la mujer del señor Feijóo fue contratada, recibió una ayuda su empresa por la Xunta? (sic)«
Montero atizaba con esa noticia falsa, como poco después reconoció el propio medio que la publicó, por segundo día consecutivo. La víspera lo había hecho en el Senado en respuesta al PP: «¿Puede aclarar si la Xunta de Galicia dio una ayuda de más de 100.000 euros a una empresa en la que trabajaba la mujer de Feijóo?»-
No fue la única, porque también usó ese bulo la ministra portavoz, Pilar Alegría, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros desde La Moncloa.
El presidente festejó que sus ministras señalaran así a la esposa del líder de la oposición. Tanto que, durante el episodio del Congreso el pasado 20 de marzo, no sólo aplaudió con entusiasmo a Montero, sino que él mismo se dirigió a la bancada popular con gesto retador y divertido para espetar «y mucho más, y mucho más», dando así a entender que seguirían saliendo más escándalos de la mujer de Feijóo.
Pero el señor Feijóo no se tomó cinco días de reflexión, siguió dando la cara , aguantó, y él también quiere mucho a su mujer.
Algunos políticos utilizan las varas de medir a su manera.
Quizás las adhesiones serán reconfortantes para Pedro, pero recuerden..los que se aplaudían y se manifestaban , llevados en autobuses, hace cerca de cincuenta años, son los mismos que poco después en su mayoría lo dejaron en el olvido a su entonces líder ante una vida nueva. Los que hoy pasan la mano por el hombro con el “Pedro no te vayas” son los que en unos días pueden solapadamente estar pronunciando el “Pedro vete”.
No hace falta ir tan lejos para ver como en la anterior campaña atacaban a Blanca del PP por su proyecto con los molinos de viento.
Es lamentable que el nivel de alguno pase de anunciar objetos perdidos, defunciones, animales sueltos… en asociaciones vecinales a ser asesor en la diputación…
Y para colocar tres bandas sonoras en un lugar peligroso tener que reclamarlo durante más de un año . Toda la energía y esfuerzo estaba puesta en recaudar y poner limitaciones de velocidad por toda la ciudad….