Estos días vuelve a circular en las redes sociales “una noticia” que califica a Ferrol como la ciudad más fea de Galicia.
La noticia, que es una verdadera falacia, no pasaría de ahí si no fuese que determinadas personas han aprovechado el momento para difundirla, unas como si fuese una broma, otras con sentido crítico negativo, y algunas más con la sonrisa en los labios y mordiéndolos diciendo “ya lo decía yo.…”.
Los ferrolanos somos muy dados a hablar mal de nuestra ciudad, unos por costumbre, otros, por ejemplo destacando los fallos de una u otra corporación, achacándoles todos los “males”, dado que ya se sabe que el mejor alcalde “es uno mismo” y los demás …una porquería.
Si, los ferrolanos, muchos acostumbran a hablar mal de Ferrol aunque, hay que reconocerlo que la mayoría lo hacen en casa, fuera, en el resto de la piel de toro…”a mi Ferrol que no me lo toquen”,
Pero habría que preguntarse, ¿que hacen muchos ferrolanos además de criticar por criticar , usando muchas veces las redes sociales con un seudónimo porque no se atreven a dar la cara y decir nombre y apellidos?.
La fotografía que acompaña este editorial es bien elocuente, una calle de Ferrol, en pleno día, demuestra lo incivilizada que es alguna “gente”. Les molesta llamar por teléfono a la empresa de la limpieza para que le den día y hora , y lo mejor que se les ocurre es dejar lo inservible en plena acera.
Y así somos, grafitis, vertederos incontrolados, papeleras destrozadas, bolsas de basuras en plena calle sin usar los contenedores, y un largo etc. que hace que contribuya al bulo de que Ferrol es la ciudad más fea de Galicia.
¿Qué hacen muchos ferrolanos?
Mejor no hacer comparaciones, carríamos en la trampa, pero solo recordar que Ferrol es un bella ciudad con unos alrededores fantásticos, que efectivamente necesita que todos arrimemos el hombro, que dejemos de atacar por atacar, que los partidos políticos sepan acatar las normas democráticas con el conseguiente relevo en el gobierno local sin necesidad de utitizar el doberman (reconociendo, eso si que deberíamos, de una vez el dejar de jugar a la “oca” cada cuatro años).
Ferrol aspira a ser Patrimonio de la Humanidad. ¡Ya quisieran muchas ciudad tener el valor histótico y patrimonial de nuestra ciudad! .
Cantaba Luís Aguilé sobre su pueblo…
“Mi pueblo es así
Ingenuo y fugaz
Con gentes sencillas
Que viven en paz
Mi pueblo es mi pueblo y no da para más
No lo cambiaría por nada jamás”.
Seguro que los ferrolanos, incluso los que se prestan a ese juego de los pueblo más feos (si miran en facebook ese tema se extiende como un juguete por todos los de España) aman y quieren a su pueblo, y en los momentos más difíciles se pondrían como en Fenteovejuna “todos a una”.
Y precisamente en face encontramos una página dedicada al amor a los pueblos
“Para amar a un pueblo
hay que conocerle, saber cómo es,
cuáles son sus bellezas y sus problemas,
y quizá muchos de nosotros
que hemos nacido aquí
o que vivimos aquí,
no conocemos a este pueblo
o lo conocemos “tan por encima”
que… en realidad… no sabemos casi nada”.
¡Conozcamos a Ferrol, amémosle, colaboremos por una ciudad mejor!, y…dejémonos de negatividades, de eso ya está el mundo lleno.
Tan sólo quien no tenga ni la mas reput*sima idea de arquitectura, sociedad, milicia y barcos puede decir semejante majadería. Ferrol es una de las más increíbles y e ingeniosas ciudades no ya de galicia, plagada de aldeas venidas a más… sino probablemente de España.
Claro que para eso, hay que dejar de fijarse en los árboles que no te dejan ver el bosque. Y dejar los cubatas para más tarde.
Una cuadrícula perfecta con dos acuartelamientos a los extremos, con dos plazas «de armas» y una muralla defensiva hace que todo Ferrol, toda la ciudad… sea una joya de arquitectura militar en sí misma.
Las demás ciudades necesitan monumentos, dinosetos o marujas defendiendo lo que los manolos no pudieron.
Aquí no. No hace falta.