¿Pretende Vox un golpe de estado?

Enrique Barrera Beitia

Si la pregunta se refiere a un golpe duro, similar al que destruyó la democracia española en 1936, la respuesta es no. Ni los militares lo desean, ni hay en Europa unas dictaduras fascistas que proporcionen apoyo económico, político y militar. Tampoco las élites económicas lo desean, porque acarrearía la expulsión de la Unión Europea, y una caída de los beneficios empresariales.

Si la pregunta se refiere a un golpe blando, la respuesta es que tal supuesto no se debe descartar. Una variante de esta asonada militar conocida como “la solución De Gaulle” se intentó el 23-F: un gobierno de concentración controlado por el ejército y presidido por el general Armada. Lo que ahora se propone es la expulsión de Unidas Podemos del gobierno, la retirada de Pedro Sánchez, el regreso de conocidas personalidades de la vida política, la ilegalización de Bildu, ERC, JxC, Cup y tal vez el BNG, un techo electoral que impida al PNV y otras formaciones nacionalistas o regionalistas acceder al Congreso, el intervencionismo del rey, y una recentralización de competencias.

Esta variante de golpe sin fusilamientos no supondría la expulsión de la UE que ya tolera en Polonia y Hungría una deriva muy peligrosa. Ningún golpista reconoce que desea terminar o reducir la democracia, y hablan por lo general de un “golpe de timón” que enderece el país. En el caso español se trataría de evitar la independencia de Cataluña y País Vasco, y evitar que lo que quede de España se convierta en una república bolivariana. No se aportan pruebas, sino que se acusa a Pedro Sánchez de haber cedido a ambas exigencias, y como quien no quiere la cosa, se le exige que demuestre que es mentira.

La actual situación que atraviesa España crea condiciones para esta maniobra política, porque la población está estresada, y las redes sociales inundadas por bulos. Pero esta ventana de oportunidades se irá cerrando conforme se termine con el coronavirus, y las ayudas económicas empiecen a llegar a las empresas, a los asalariados y a los autónomos, porque aunque encadenadas de manera improvisada, esas medidas existen y terminarán llegando a sus destinatarios.

Lo paradójico es que este golpe blando necesitaría el apoyo de la Corona, y aquí está el principal obstáculo, porque supondría para Felipe VI repetir el error histórico de su bisabuelo Alfonso XIII en 1923, cuando dio el visto bueno al golpe de estado de Miguel Primo de Rivera. Honradamente, no se me ocurre que al actual monarca se le pase nada parecido por la imaginación.

No escribiría este artículo si el Partido Popular hubiera manifestado su rechazo a cualquier intervención militar, pero guarda un perturbador silencio. Por supuesto, también cabe pensar que Vox alimente estas sospechas sólo para fidelizar a su electorado, pero creo que hay que exigir que cada partido se posicione ante propuestas de este tipo para que todos sepamos a qué carta quedarnos.

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Un comentario

  1. Enrique, de esta creo que te has pasado dos pueblos. Esto es política ficción matizada de sectarismo que creo que no te representa lo que realmente eres. Esto lo habría escrito uno de Podemos pero nunca Enrique Barrera. En este momento supone un mayor peligro para la democracia Podemos , a quien el mantenimiento de esta situación le beneficia para imponer una politica que muy poco tiene que ve no la democracia. Sólo nuestra presencia en Europa impedirá que lleve a cabo su policía. De hecho, apoyándose en el Covid, se está produciendo una grave disminución de nuestros derechos, de nuestra libertad, de nuestro derecho a expresarse libremente. Ha habido tantos ejemplos que daría para no parar, bastaría con recordar el episodio de la rueda de prensa del General de la Guardia Cuvil, quien no dijo nada que no fuera cierto. O por recordar cómo en un momento como el presente, de tanta necesidad, él gobierno destina cantidades millonarias para comprar a los medios informativos con el claro deseo de coartar la libertad de expresión. Todo esto sí que es un intento de golpe de Estado. No tengo ninguna simpatía por Vox, pero, precisamente por lo claro con que habla, no es capaz de engañar a nadie. Mire para el otro lado, e incluya en él al Presidente del gobierno -el peligro de éste es su incompetencia-, aunque sea de su partido, y comprobará cuál es el auténtico problema de nuestro País. No lo es las ideas trasnochadas de Vox, sino las actuaciones encubiertas de Podemos y sus acompañantes. Pero no me preocupa, Europa es mucho más fuerte y, además, el Rey defendera sin duda nuestra Constitución y la libertad. De eso se trata.