Las decadentes fiestas de verano de Ferrol

Entre los santos titulares de las parroquias gallegas, aparece en noveno lugar San Julián (Xiao o Xulián), que da nombre a ciento veintidós feligresías. El patrón original de la antigua iglesia parroquial de Ferrol, existente en Ferrol Vello desde el siglo XI, era San Julián de Vienne, compañero de San Ferreol, que desde el siglo VII dio nombre a varios templos de la cornisa cantábrica.

La nueva iglesia de San Julián, que remplazó a la medieval de Ferrol Vello, se erigió en el barrio de la Magdalena, abriéndose al culto el año 1772. El retablo del altar mayor acogía una efigie de San Julián, vestido de caballero español con casaca, chupa, calzón corto y sombrero de pico, de forma similar a la antigua iglesia.

En una visita pastoral a finales del siglo XVIII, Francisco Cuadrillero, obispo de Mondoñedo, “mandó se vistiese a la romana” a San Julián. Mediante esta imposición, trayendo además unas reliquias del monasterio de San Julián de Samos, se oficializó el cambio a San Julián de Antioquia como presunto patrón de Ferrol, sin respetar y en contra del siempre más acertado sentir popular, que consideraba como patrón a San Julián de Vienne. El año 1786, el Alcalde Mayor Álvarez Caballero le siguió el juego al obispo mindoniense y estableció como fiesta patronal de Ferrol el 7 de enero, día de San Julián, comenzando a celebrarse esta festividad de manera oficial.

La celebración del patronazgo de San Julián fue decayendo como festividad de arraigo ciudadano, siendo sustituida a partir del año 1896 por los festejos organizados alrededor del 31 de agosto, día de San Ramón, un fraile mercedario, por más señas catalán y mediterráneo, por la única razón de que era el patronímico del marqués de Amboage.

Gracias al trabajo de las Comisiones de Fiestas, la entidad de las fiestas de Amboage aumentó en el siglo XX, creciendo su duración y ofreciendo variedad de espectáculos hasta los años 1930. Estos festejos laicos y populares en honor del marqués de Amboage atrajeron a numerosos visitantes, gracias a los renombrados fuegos de artificio celebrados el día 31 de Agosto en la plaza de Amboage,

Después de la Guerra Civil, además de ir cambiando de fecha y de nombre (Fiestas de Verano, Fiestas de Ferrol, Fiestas del Mar), estos festejos fueron perdiendo entidad y relevancia; incluso los afamados Fuegos de Amboage fueron desterrados a Curuxeiras y luego a la Malata. Pese a algún intento de recuperación de estas fiestas, con la llegada del siglo XXI, las Fiestas de Ferrol han perdido su nombre original, desaparecieron las Comisiones de Fiestas y debido al mal hacer de los concejales de turno han dejado de interesar hasta a los propios vecinos de la ciudad.

Parecida evolución negativa han seguido los últimos años las que en su día fueron prestigiosas Revistas de la Fiestas de Ferrol, editadas por diferentes entidades colaboradoras de las fiestas, dando a conocer diversos aspectos históricos y culturales de la ciudad. 

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Un comentario

  1. Maria del Carmen Niebla Gil

    Aquellas fiestas de verano,con las verbenas del Parque,el teatro al aire libre,también en el Parque,la Zarzuela,en el Jofre.Ferrol,una ciudad de mayores,y no tenemos derecho a fiestas.