(Adán Puentes @adanpuentes) Llevo varias semanas recorriendo las plazas de mi barrio, Caranza. Hacía mucho tiempo que no lo hacía y lo que me encontrado es totalmente desolador. Todas las plazas están vacías, no hay niños o niñas jugando por las calles. Las pistas para jugar a fútbol, baloncesto o cualquier tipo de deporte o juego están totalmente abandonadas y ya no hay preocupación por su estado.
¿Dónde están los niños o niñas de mi barrio? Hasta no hace mucho tiempo era habitual ver las plazas llenas cada día y a su alrededor padres, madres, abuelos y abuelas que formaban sus corrillos mientras los niños y niñas jugaban durante gran parte de la tarde, hasta que empezaba a caer la noche.
¿Cuáles son los motivos para que no se juegue en la calle? Algunos padres me dicen que es por culpa de las videoconsolas y móviles, otros me dicen que a los niños y niñas les ponen muchos deberes en el colegio, otros que tienen a sus hijos en todas las extraescolares posibles, pero también hay otros que me han dicho «Es que no los dejan jugar». Todos tienen razón, pero me quedo con la última frase. Dándome estos paseos por el barrio he visto como en algunas plazas donde, de pequeño, tengo jugado muchísimo como ahora tienen carteles de «prohibido jugar», como si ahora eso fuera un delito. Increíble pero cierto. Cuantas tardes de alegría y de vitalidad del barrio dan los niños y niñas.
Otra de las cosas que he podido comprobar es que la gente se está volviendo muy «tiquismiquis». Cuando yo era pequeño jugábamos hasta en un pequeño trozo de cemento en mal estado detrás de nuestro portal, a pesar de que a algunos vecinos no les hiciera ninguna gracia, pero ahora es sacar una pelota a la calle para ponerse a jugar en cualquier plaza y en las ventanas de los edificios se asoman varias personas para gritarles a los niños y niñas que se vayan de allí. Yo no me lo explico, antes jugábamos en peores condiciones y ahora que hay mejores condiciones no les dejan jugar porque molestan. Un absoluto sin sentido.
Las reglas variopintas de cada plaza y juegos de la calle se están perdiendo y esta generación de niños y las futuras se van a quedar sin poder disfrutar de ello. En la calle daba igual si eras de un colegio o de otro, o si jugaban un equipo o en el otro. Todo el mundo era bienvenido y donde se podían hacer muchos amigos. Ese espíritu de deporte en la calle se está perdiendo y es la base para cualquier deportista en sus primeras etapas, pero lamentablemente, muchos de ellos ya empiezan a no tenerlas. En conclusión, el deporte de calle o deporte callejero es elemental para la formación de cualquier deportista o persona.
No se ha muerto el deporte callejero,se ha muerto la educación y el respeto.El problema no es el juego,sino como se juega.Cuando el juego consiste en usar las casas como portería,lanzando el balón contra ventanas(llegando incluso al cuarto piso),lanzando contra escaparates,coches….y queaun encima no puedas decir ni muy porque te comen,padres incluidos,cuando no respetan ni ancianos ni enfermos,cuando están hasta las tantas(a veces hasta las 24-1 de la noche)hay algo que falla.Si jugaran con un poco de sentido,si sus padres respondieran por sus hijos,entonces seria diferente.RESPETA SI QUIERES RESPETO.