Javier Couso, hermano del cámara ferrolano asesinado durante la guerra de Irak en 2003, ha criticado este miércoles que Interpol –la mayor organización policial internacional del mundo– se «niegue a cumplir la orden de búsqueda y captura de un juez» para localizar y detener a los tres militares estaudonidenses responsables de los disparos contra el Hotel Palestina de Bagdad donde se encontraba la prensa y que acabaron con la vida de José Couso.
En una rueda de prensa en Murcia cuando se cumple el décimo aniversario del asesinato del cámara, Couso ha denunciado que la Fiscalía «haya intentado otra vez archivar el caso» y ha anticipado acciones judiciales para exigir a las autoridades que «reactiven y tramiten las órdenes de búsqueda y captura contra los procesados», el sargento Thomas Gibson y sus superiores, el teniente coronel Philip de Camp y el capitán Philip Wolford.
«Es la primera vez en la historia de la Interpol que se niegan a incumplir la orden de un juez», ha señalado Couso, que ha incidido en que si su hermano «hubiera sabido esto tendría ganas de volver a morirse«. En este sentido, ha lamentado que «gobiernos de diferentes signos enfrentados a una familia conspiren con una potencia extranjera, EEUU, para que no se investigue lo que le pasó a un ciudadano español».
Igualmente, el hermano del cámara español ha vuelto a demandar que se tome declaración a la exsargento de la Inteligencia Militar Adrienne Kinne, «que espió a los periodistas esa mañana en Bagdad y vio que el Hotel Palestina podría ser objetivo«, en el marco del convenio bilateral entre EEUU y España.
«En este décimo aniversario de esa guerra de la mentira, que ha dejado un Irak destruido con cientos de miles de asesinados y una sociedad destrozada, reivindico no solo la justicia por el asesinato de mi hermano, sino de esos cientos de miles de iraquíes asesinados«, ha destacado Couso, que ha considerado «terrible» que el Gobierno de España utilice a la Fiscalía «para tratar de parar» la investigación sobre la muerte de su hermano.
A mi leer noticias noveladas como esta, me producen desazón. Salvo los que se inventaron un asesinato premeditado contra un periodista free lance para demonizar a los americanos y los asociados de la izquierda màs radical y sus medios de difusión, creo que pocos ciudadanos pueden comulgar con estas ruedas de molino. Con el máximo pesar por la muerte del periodista creo que nada de esto habría progresado si el riesgo evidente de » asistir» a una guerra hubiera estado cubierto como lo estaba el del hijo del Sr. Anguita.
Repito profundo pesar por esta muerte, pero en contra totalmente de la evidente manipulación de este desgraciado suceso.