El ayer y hoy de la SAF

Carlos Barcon, pintor- (La otra orilla)

El ayer se podría decir son casi cerca de medio siglo de existencia, cuando en un momento de aparente euforia, y en plena juventud, unos cuantos pintores locales o simplemente amantes del arte, se lanzaban a la aventura de fundar una Asociación de Artistas, sin más apoyo que ser eso, amantes del arte, y que pese a sus muchos contratiempos, puede seguir celebrando su plena existencia y la satisfacción de haber realizado y seguir en ello, un trabajo, un esfuerzo, un entusiasmo al servicio de la cultura de la ciudad, por lo menos.

Los años han pasado y uno se hace mayor cuando se olvida del nombre de algunas personas que aparecen en el álbum de fotos, porque la memoria es ese montón de espejos rotos que dejaría dicho Borges.

Aunque claro, viendo algunas ya de esas amarillentas fotos que guarda la SAF en sus archivos, de esas precisamente que recogen aspectos festivos, de alegría y cordialidad, nos obliga a rememorar otros tiempos, gratos sobre todo, en los que iniciábamos en esta actividad de promoción, divulgación y apoyo a la cultura local.

Y es que todos tenemos un pasado, pero el disco duro de la memoria se suele alimentar sobre todo de recuerdos positivos y hasta diría gratos. Como gratos siguen siendo esos emotivos encuentros festivos de Fray Angélico, que viene llevando a cabo la entidad artística desde hace muchos años, y que suele reunir a viejos socios, con otros nuevos, y personas vinculadas de alguna manera a la cultura y al arte, que quieren y desean participar en este simpático acontecimiento, en donde al margen del aspecto gastronómico suele haber otros detalles como son el reconocimiento a personas o entidades vinculadas a este sector artístico Desde luego siempre echaremos en falta la grata presencia de recordados amigos, ya fallecidos, como eran, entre otros, Paco Yglesias, Carlos Pérez Perille, Paco Cobas, Guillermo Feal, Julio Argüelles, Manuel Pérez de Arevalo, Carlos Villaamil, Diego Ruiz…

Pero todo esto posiblemente es historia, aunque la SAF, sigue en la brecha, abriendo caminos, potenciando el arte, dando entrada a muchos artistas y teniendo a mano siempre una programación cultural de calidad y atractiva, en esa continuidad y singladura de seguir haciendo historia, pero historia viva.