Editorial-Un horizonte abierto: El derribo de la muralla del Arsenal, un hito para Ferrol

El inminente derribo de la muralla del Arsenal Militar marca un momento histórico y transformador para Ferrol, una ciudad que durante siglos ha vivido prácticamente de espaldas a su propia ría, separada físicamente de su esencia marítima por un muro de cinco metros de altura y un simbolismo inmenso. El inicio de las obras del derribo del muro, parte del proyecto «Abrir Ferrol al mar«, previsto para este viernes 19 de diciembre de 2025, representa el triunfo de la perseverancia ciudadana y la cooperación institucional sobre las barreras históricas. De este acto serán testigos la ministra de Defensa, el presidente de la Xunta, el alcalde de Ferrol y todos los ciudadanos que lo deseen  

Ferrol nació y creció como una ciudad militar, diseñada por ingenieros para servir a la monarquía española y albergar su base naval y astilleros, lo que justificó en su momento la fortificación y la separación de la población civil del espacio militar. Hoy, con el paso de los siglos y la evolución de la sociedad y las necesidades defensivas, esa barrera se había convertido en un anacronismo urbanístico, un símbolo de división que obstaculizaba el desarrollo y la conexión de la urbe con su entorno natural y su patrimonio marítimo.

El proyecto no es solo una obra de ingeniería, sino un acto de regeneración urbana y social. La sustitución de la imponente tapia por un enrejado metálico diáfano de menor altura, junto con la creación de una senda peatonal y ciclista que unirá la zona con A Graña y Caranza, promete un «balcón a la ría, una fachada marítima de lujo». Esto no solo mejorará la estética y funcionalidad de la ciudad, sino que también fomentará un estilo de vida más sostenible y conectado con el mar.

Si bien el derribo es un paso adelante, el desafío ahora reside en la gestión integral del proyecto y el mantenimiento de la seguridad y el patrimonio. La solución técnica de un sistema de seguridad inteligente de la Armada y la verja adaptada busca ese equilibrio necesario entre la modernización de la ciudad y la operatividad de la base naval. Es fundamental que este esfuerzo conjunto «Abrir Ferrol al Mar» del Concello, la Armada, Navantia, la Autoridad Portuaria y la Diputación, se complete en los plazos previstos (la primera fase en un año y medio) y cumpla con las expectativas de los ferrolanos.

En definitiva, la caída de esta muralla es mucho más que la demolición de cemento y piedra; es la apertura de Ferrol al futuro, la recuperación de su identidad marítima y la oportunidad de construir una ciudad más cohesionada, accesible y moderna. Es un momento para celebrar la visión y el acuerdo que han permitido que, finalmente, Ferrol pueda volver a mirar y abrazar su mar.

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