Discursos parlamentarios al aire-(Carlos J. García)

Carlos J. García

Después de la reflexión sobre “El estado de la política” en mi pasada colaboración en esta querida Galicia Ártabra de hace unos días, estaba dispuesto a que la temática política fuese una excepción en mi “periplo articulero”. Pero he de reconocer que la intervención en el Congreso de la diputada Dª Isaura Leal de hace unos días me obliga, en conciencia, a escribir estas letras sobre la actualidad política y que pasaron bastante desapercibidas.

Antes de seguir, quiero decirles que yo soy enfermo de cáncer, aunque, evidentemente solo escribo en mí nombre y no represento a nadie, solo, repito, a mí mismo. Pero vamos a lo que interesa. La señora Diputada, en su exposición, proponía que el Congreso aprobase, que así fue, promover que la palabra “Cáncer” se utilizase de manera más justa y responsable en el lenguaje. Lo justificaba diciendo que “no es ético utilizar la enfermedad para insultar y desprestigiar al adversario político”. Con un par que diría un buen amigo mío. Y yo no salgo de mi asombro.

Continúa su discurso diciendo: “…este lenguaje carga sobre los pacientes su responsabilidad y hacia la enfermedad” y termina su discurso pretendiendo, me parece a mí, crear una frase cual Séneca: “en el cáncer no hay batalla que librar, no hay vencedores ni vencidos, no hay débiles ni fuertes” ¡Con otro par!, (expresión mía). Qué
dirá, entonces de la expresión “hijo de p…” porque en este caso se insulta a una tercera persona, la madre del pretendido insultado.

Señoría, me ha dejado Vd. sin palabras. Y a mi familia y conocidos, también. A Vds. queridos lectores, no les sigo contando lo que han dicho los demás Diputados intervinientes, aunque, si tienen oportunidad y curiosidad, lean cualquier resumen de prensa y les sorprenderá la cantidad de excusas (por definirlo de alguna manera) de unos y otros. ¡Es lo que hay!

Señoría quisiera pedirle que deje Vd. en paz a la sociedad ya que no son Vds., con todo mi respeto, los más indicados para hablar de moral ciudadana, ya que, los de a pie, libremente, hablan y hablamos con determinadas costumbres del lenguaje y si alguien ha de dirimir ofensas, es la justicia le toca resolver y, por otro lado, quien
ordena el lenguaje es la RAE. ¿Por qué no se preocupa de lo importante? ¿Por qué no critica los hechos de la Directora General del Instituto Español de Investigación Oncológico (CNIO)? Sí, esa; la que hizo mal uso de los fondos que recibía, destinando buena parte de ellos para comprar obras de arte y otras actividades, que no eran
objeto del fin fundacional; actividades que Vds. ya conocen.

Señoría Isaura Leal, ¿por qué no se preocupa de que se doten de mayores medios y se facilite el acceso a tratamientos que no ponen a disposición de los enfermos con la justificación de que son caros y que se están usando en toda Europa?. ¿Por qué no se preocupa de tantas cosas en relación con el cáncer?, ni le recuerdo a su Señoría el trato a los enfermos de ELA. que son perentorios.

¿Cómo es capaz de decir Vd. que no es importante, que no tenemos batallas que ganar?. Pregúntele a tantos enfermosos y sus familias si tienen batallas que pelear. O es posible que quizás prefiera Vd. que fallezcamos y así ahorrar dinero. Señoría, cada día es una pequeña victoria que ayuda. Ayuda a ser más fuerte, ayuda a los futuros
enfermos, ayuda a tener esperanza, a sentirnos más cerca de los nuestros, incluso a pensar en futuros más largos de una semana. Ayuda a no tener miedo a los análisis semanales o quincenales. Por favor, preocúpese de lo que se tiene que preocupar. Y de los enfermos también y de las familias que los cuidan y de los médicos que intentan
curarnos.

Y si, rotundamente, el cáncer es una batalla que se puede ganar. La guerra con la enfermedad y la muerte la perdemos todos siempre, unos con más sufrimiento y otros con menos; el cáncer (y todas las enfermedades) son las armas de la muerte a las que combatimos y sufrimos los que hemos nacido.

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