La playa de Pantín, en Valdoviño (A Coruña) acoge, desde este sábado día 23, la 38ª edición del Abanca Pantín Classic Galicia Pro, prueba decana del surf profesional en España y una de las más veteranas de Europa, que vuelve a reunir a deportistas de élite junto a un amplio programa social, cultural y turístico.
En la presentación, el alcalde de Valdoviño, Alberto González, destacó el papel del certamen como «referencia mundial» y agradeció el esfuerzo de la organización y la colaboración público-privada que ha permitido consolidar el evento durante casi cuatro décadas.
El presidente en funciones de la Diputación de A Coruña, Xosé Regueira, subrayó la relevancia del campeonato en la proyección internacional de Galicia, no solo desde el punto de vista deportivo, sino también turístico: «Somos la referencia europea de la Liga Mundial y atraemos un turismo más consciente y respetuoso con el territorio».
Por su parte, la secretaria territorial de la Xunta en Ferrol, Patricia Busto, recordó que el Pantín Classic es el campeonato de surf más antiguo en activo en España y fue declarado de interés turístico gallego en 2016. «Lo sentimos como algo propio. Su crecimiento es un éxito colectivo», señaló.
Desde la organización, Iago Barreto, director del evento, insistió en que Pantín es actualmente «un referente mundial» tanto en lo deportivo como en lo social, gracias a iniciativas como el campeonato de surf adaptado, que celebra este año su quinta edición. «Queremos que las familias disfruten de una experiencia completa, con surf, música, gastronomía y actividades de inclusión«, explicó.
La 38ª edición del Abanca Pantín Classic Galicia Pro se celebra durante toda la semana con presencia de figuras internacionales del surf, competiciones inclusivas, actividades medioambientales, conciertos y propuestas gastronómicas.
Todo ello, hace que el Patín sea consolidado como una cita ineludible en el calendario mundial de la World Surf League (WSL), que se desarrollará desde este sábado, 23 de agosto, y hasta el siguiente domingo, día 31.