Cáritas de Mondoñedo-Ferrol no percibe una mejora efectiva para las personas más vulnerables

Grafica GA

Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol ha presentado este lunes, día 16, su Memoria de Actividades 2024, destacando un año de intensa labor social y reafirmando su compromiso con las personas más vulnerables bajo el lema «Mientras haya personas, hay esperanza».

La presentación, enmarcada en la celebración del Corpus Christi y el 60 aniversario de Cáritas diocesana, puso de manifiesto la creciente complejidad de los desafíos sociales y la necesidad de una respuesta conjunta por parte de la sociedad y las administraciones.

El obispo de Mondoñedo-Ferrol, Fernando García Cadiñanos, subrayando la indisoluble unión entre «la Eucaristía, el amor y la caridad, pilares de la misión de Cáritas» recordó el 60 aniversario de la institución en la diócesis y el Año Jubilar 2025, cuyo lema «resuena con la realidad de un mundo donde la desesperanza se manifiesta en diversas formas». El obispo hizo hincapié en la necesidad de esta virtud para afrontar el futuro y llamó a una postura «activa de acompañamiento frente a la indiferencia o la mera protesta».

García Cadiñanos hizo un llamamiento a las instituciones públicas y a la sociedad en su conjunto para abordar estas realidades «con unidad, evitando confrontaciones políticas».

CINCO GRANDES ÁREAS
Así, propuso cinco áreas prioritarias: garantizar los derechos de las personas migrantes, facilitar el acceso a la vivienda digna, dar respuestas al sinhogarismo, promover el empleo digno para personas en exclusión con criterios sociales en las contrataciones públicas y privadas, y aumentar los recursos públicos en salud mental y abordar la soledad no deseada.

Cristina Pérez Paz, coordinadora de Acción Social de Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol, detalló las cifras y realidades del 2024. A pesar de que la tasa AROPE (indicador de pobreza y riesgo de exclusión) marcó su mínimo histórico en Galicia (8,8%), «Cáritas no percibe una mejora efectiva para las personas más vulnerables«.

Así, en 2024, la organización atendió a 4.773 personas a través de sus 49 centros, un aumento del 2% respecto al año anterior, pero «con un notable incremento en la intensidad y complejidad de los acompañamientos».

La vivienda se mantiene como un factor clave de empobrecimiento, con un aumento del 53% en las ayudas para alquiler. La subida de los precios de alquiler ha provocado que una de cada cuatro personas atendidas por Cáritas se encuentre en situación de exclusión residencial, con fenómenos como la infravivienda y el hacinamiento cada vez más habituales.

Cáritas acompañó a 61 personas en sus 15 viviendas, muchas de ellas familias migrantes y monomarentales, con estancias prolongadas debido a la falta de recursos y redes de apoyo. Las personas migrantes representan un colectivo en creciente vulnerabilidad, con un aumento del 24% en las atenciones y constituyendo el 64% de las personas extranjeras atendidas (3.064).

A pesar de la existencia de un nuevo reglamento de extranjería, Cáritas exige el acceso pleno a derechos y la regularización de aquellos que, pudiendo y queriendo trabajar, se ven impedidos por su situación administrativa irregular. El servicio de asesoramiento jurídico en extranjería atendió a 694 personas, logrando la regularización de 107.

EMPLEO PRECARIO

El empleo precario es otra preocupación, especialmente en el sector del empleo del hogar, donde predomina el trabajo por horas y la baja intensidad.

Ante esta realidad, Cáritas puso en marcha el Proyecto LAR, que en su último trimestre de 2024 atendió a 41 personas (38 mujeres) ofreciendo formación, asesoramiento e intermediación.

En total, el Programa de Empleo atendió a 268 personas, logrando que 50 encontraran empleo y 25 regularizaran su situación laboral.

Otros focos de atención incluyen el aumento preocupante del sinhogarismo juvenil (más del 55% de las personas atendidas en el Centro de Día Gabriel Vázquez Seijas son jóvenes de 18 a 35 años), la pobreza infantil (1.174 niños y adolescentes acompañados, con especial prevalencia en familias monoparentales y migrantes), y la soledad no deseada en personas mayores.

Marta Pazo, secretaria general de Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol, detalló la financiación. En 2024, la organización invirtió 1.437.000 euros, destinando el 92,7% directamente a la acción social.

Los recursos provienen en un 48,4% de fuentes privadas (principalmente de la Iglesia Católica y socios/donantes) y en un 51,6% de financiación pública. Pazo destacó la transparencia en sus cuentas anuales, auditadas y disponibles en su página web.

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