Carlos Barcón, pintor –LA OTRA ORILLA
Recién aterrizado en el diario El Correo Gallego, a finales de los 68, en calidad de colaborador de prensa, en aquella vieja redacción entrañable sita en la calle Real, próxima a la Plaza de Amboage, el primer pintor que conocí en la ciudad y trataría hasta su fallecimiento, era para mí el sorprendente y admirado Imeldo Corral, siempre vestido de chambergo y chalina, siempre con su larga boquilla, hecha por él mismo, su sonrisa irónica y su café con leche, calentito, asomando su perfil tras los cristales del hoy desaparecido, como muchas más cosas en Ferrol, Café Suizo, de la calle Real.
El pasado día 7 de noviembre se cumplieron los 36 años del fallecimiento de este significado pintor local, al que el insigne artista ferrolano Fernando A. de Sotomayor, calificaría como el último pintor romántico de Galicia.
Se encontraba en posesión de la Medalla de Plata de la Ciudad, al mérito artístico, que le seria concedida a propuesta de la SAF, siendo también académico de Bellas Artes de Galicia.
Una de nuestras calles, próxima al Parque Municipal lleva su nombre, amén de que el concello de Valdoviño, donde tenia la Frouxeira como medio pictórico, le nombraría en su día Hijo adoptivo y le dedicaría también una de sus calles.
El Concello de Ferrol, a propuesta de la SAF, en mayo del 1976 convocó el premio de pintura Imeldo Corral, sobre la temática del paisaje de la comarca ferrolana, premio que por diferentes motivos, que ignoramos, quedaría aplazado y a la larga, no celebrado nunca, a pesar de contar con la valiosa colaboración y ayuda del Centro Gallego de Madrid, la galería de arte Arboreda, el concello de Valdoviño y por supuesto la propia SAF, más o menos ocurrió como nunca tampoco se sabrá a donde fue a parar su importante obra pictórica, así como su cuidado manuscrito con fotografías, textos, recuerdos, etc,. de su itinerario artístico.
En mi privilegio de haber sido su amigo, guardo una larga entrevista que le hacía en junio del 1974, en su desaparecida casa/estudio sita en Espoz y Mina, del barrio de Esteiro, cuando contaba 87 años de edad y en donde, entre otras muchas cosas, me decía que «Siempre he vivido de la pintura. No tuve ningún enchufe; estaba aquí en Ferrol y estaba abandonado; nadie me ayudó, y sin medios de fortuna, tuve la suerte de ir vendiendo cuadros. Hace años que no expongo en Ferrol, pues me siento olvidado y otros pintores de mi misma época, parece que tratan de arrinconarme, hacer un circulo y olvidarme, Yo los veía y me decía: «»Bueno, peor para ellos.. «»
Imeldo Corral, dormido hoy, inmerso en insondables sombras, envuelto en mil brisas, ha legado al Arte Gallego, al arte ferrolano sobre todo, una obra con pulso, con sangre, con corazón, y en su obra, su nombre, nombre perdurable, sonido e imperecedero eco, nunca olvidado.
Gran artículo y gran homenaje a uno de los grandes. parabens Carlos