Ferrol no es un retiro de perdedores. ¡Ferrol merece mucho más! (José C. Enríquez)

José Carlos Enríquez Díaz

Y se desató la tormenta. Y algunos, en lugar de refugiarse, esperar a que escampe y aprovechar ese tiempo a cubierto para reflexionar y entender por qué les ha pillado la lluvia a la intemperie y sin un mal paraguas que les guarde, se han unido a truenos y relámpagos cual Poseidón controlando los mares embravecidos de la Antigua Grecia. Y no, no me voy por las ramas con metáforas difíciles de aprehender. Sepan ustedes que me estoy refiriendo al exalcalde, Ángel Mato, que perdió la silla, y al edil Julián Reina, que están demostrando tener  muy mal perder.

El gobierno local del concello de Ferrol sale al paso de una nota que el edil Julián Reina había enviado a los medios de comunicación urgiendo la inmediata restauración de la galería del edificio de la asociación de vecinos de A Graña, antigua escuela.

El concejal socialista Julián Reina reclamaba al gobierno de Rey Varela “que rehabilite urgentemente la galería grande del local de la entidad vecinal de La Graña” Señalaba que “él mismo solicitó información en la pasada comisión de Urbanismo acerca del contrato de ejecución del proyecto de rehabilitación y restauración de la galería del local, de titularidad municipal, ubicado en la calle Real Alta número 24, en el que realiza sus actividades a Asociación de Vecinos Rosalía de Castro de La Graña. En la citada comisión, se informó de que el procedimiento para la contratación de la obra sería declarado desierto, ya que ninguna empresa había presentado oferta para la ejecución de estos trabajos, aunque los precios que figuraban en el proyecto habían sido revisados”. Y finalizaba solicitando “al gobierno del PP que actualice los precios de nuevo y se proceda a la licitación de la obra a la mayor brevedad posible para lograr finalizar una rehabilitación que ya tenía que estar lista y que, además, pone en riesgo un inmueble”.

Tal y como ya se informó en comisión, el proyecto fue actualizado en marzo del 2024, lo que supuso, por los años de demora, un incremento del coste de casi 70.000 euros, al pasar de 109.839 euros en el 2020 a 169.800 en la actualidad.

El Gobierno local lamenta que el grupo socialista utilice el oportunismo político en vez de hacer política de ciudad, a la vez que tilda de “revisionista” al actual Gobierno.

Por lo tanto, frente al “revisionismo” como arma política, este Gobierno apuesta por el “revisionismo” para sacar proyectos adelante que, de otra manera, seguirían en un cajón.

Por otra parte, el concejal de área mantiene el contacto con la asociación de vecinos en la búsqueda de una solución y, de hecho, la semana que viene se espera avanzar definitivamente para la consecución de los trabajos, como también se había puesto en conocimiento a través de comisión”.

Así, pues, el oportunismo político es una práctica que implica la adaptación rápida y a menudo cínica de políticas, decisiones y discursos por parte de los políticos para sacar ventaja de situaciones específicas, generalmente con el objetivo de ganar apoyo popular o ventaja electoral, sin considerar necesariamente la coherencia ideológica o los principios éticos.

La mentira política es el uso deliberado de la falsedad o la distorsión de la verdad por parte de los políticos para engañar al público y obtener beneficios personales, electorales o partidistas. Esto incluye la desinformación, la propaganda y las promesas irrealizables.

El oportunismo y la mentira política representan amenazas significativas para la democracia y la gobernanza efectiva. Contrarrestar estas prácticas requiere una ciudadanía informada y crítica, así como medios de comunicación responsables y mecanismos institucionales sólidos para la rendición de cuentas y la transparencia.

El fenómeno de los políticos que exigen acciones y medidas que ellos mismos no implementaron cuando tuvieron la oportunidad de hacerlo es una manifestación clara de hipocresía y oportunismo político. Este comportamiento no solo pone en entredicho la credibilidad de los políticos involucrados, sino que también socava la confianza pública en el sistema político en su conjunto.

 Estos políticos muestran una falta evidente de coherencia entre sus acciones pasadas y sus demandas actuales. Critican a sus sucesores por no implementar medidas que ellos mismos no adoptaron cuando estaban en el poder.

Su comportamiento está motivado por el deseo de ganar apoyo popular o de debilitar a sus oponentes políticos. Utilizan las críticas como una herramienta para mejorar su posición política, sin importar la consistencia de sus argumentos.

La incoherencia y la hipocresía de los políticos que piden lo que no hicieron contribuyen al cinismo y la desconfianza hacia la clase política en general. Los ciudadanos pueden llegar a percibir a todos los políticos como insinceros y oportunistas.

La práctica de exigir lo que no se hizo cuando se tuvo la oportunidad de hacerlo es una estrategia oportunista que mina la confianza pública y degrada la calidad del debate político. Abordar este problema requiere una ciudadanía informada, medios de comunicación responsables y mecanismos sólidos de rendición de cuentas. Solo así se podrá fortalecer la democracia y promover una política más honesta y constructiva.

El problema de los alcaldes incompetentes es un tema recurrente en muchas ciudades alrededor del mundo. La incompetencia en la administración local puede tener consecuencias significativas para los ciudadanos, afectando la calidad de vida, la eficiencia de los servicios públicos y la confianza en las instituciones democráticas.

Por lo tanto, es importante que los miembros del equipo de gobierno sean seleccionados y promovidos en base a su mérito y competencia, no por favoritismo o conexiones políticas. Esto asegura que las personas más capaces estén en posiciones de liderazgo.

Ferrol no es un retiro de perdedores. ¡Ferrol merece mucho más!

 

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