(Según saber y entender de Carlox Román). Sin duda alguna la Gastronomía, con mayúscula, es uno de los más importantes distintivos de un pueblo y sobre todo si son genuinos y diferenciados de otros, que a la vez suelen constituir una de nuestras principales señas de identidad.
La gastronomía gallega, por lo menos para el que suscribe, es una de las muestras más universales de nuestra cultura, ya que a través de ella, entre otras, claro, se da a conocer todo el carácter de un pueblo tradicionalmente hospitalario y abierto al forastero.
De hecho, hace unos días el conocido y reconocido cheff catalán Ferrán Adriá ha manifestado que «Galicia tiene que ser por lógica un destino de turismo gastronómico internacional». ¡Ahí queda eso! y estoy muy acuerdo con este veterano cheff y de forma especial en torno a la ferrolana que cada día se supera, al ofrecer ya no su variedad, sino a la excelente calidad de las materias primas propias de nuestra tierra.
Y en este caso y por supuesto en muchos más sugiero hoy una visita a ese acogedor «Mesón O Bo Paadal», a pocos pasos de la ciudad de Ferrol, en el lugar llamado Montecoruto-69, en donde encontraremos un amplio comedor cubierto y otro en terraza, éste con vistas a nuestro puerto.
Pero sobre todo nos encontraremos con una cocina muy nuestra, con platos tan conocidos como un caldo de repollo, un exquisito rape en salsa, carne asada, delicias de jamón-queso, sardinas en su tiempo, y mucho más… variado y abundante, bien atendido el servicio por la activa y sonriente Andrea, con trato siempre afable y ya en los fogones, la cordial y profesional Esperanza, que nos ofrece, sabiamente, desde hace ya muchos años, platos gallegos de calidad.
EN EL RECUERDO
Y aunque ciertamente no sé si este especial bar sigue actualmente abierto o cerrado, el caso que su recuerdo sí sigue ahí, y me refiero al excelente mesón, lleno de tradición y arte gastronómico, titulado Bar Sur, en la céntrica calle Magdalena-50, decorado con cuadros de magníficos pintores locales, y siempre con un esmerado servicio y atención, donde predominaba el buen hacer del activo Benigno y su esposa Mercedes, siempre sonriente y con su buen hacer en la cocina, agradable en el trato y sobre todo a la que hace días saludaba y en donde, muchos clientes lo recordarán con una excelente cocina en preparación de especiales tapas de tripas, zamburiñas, orejas, morros, callos, chocos, bacalao en salsa, embutidos de Jabugo…
Y VA DE RECETAS
La que me envía una buena amiga, con un buen titulo » Torta de aceite al horno«, para la que se necesitan dos huevos, dos vasos pequeños de azúcar, un vaso de aceite, dos vasos de leche, cuatro vasos de harina, medio paquete de royal y unas raspaduras de limón.
Primero se trabajan las yemas, a continuación se incorpora el aceite, la leche, el azúcar y las claras a punto de nieve. Por último, la harina con el royal y las raspaduras de limón. Se tiene en el horno el mismo tiempo que un bizcocho corriente.