Una sensible pero corta mejoría del tiempo ha permitido procesionar en la noche del Viernes Santo a la Cofradía de la Soledad, de la Venerable Orden Tercera, acompañando a su imagen titular y a la de María Magdalena.
A las nueve de la noche salió de la capilla de la VOT la procesión “de la Soledad” en la que figura la imagen y trono de María Magdalena (Guillermo Otero Feal, 1959), y la de la Soledad, (Anónimo del siglo XVIII), bajo palio , sustentado por doce varales plateados y repujados en fino relieve.
Los hermanos acompañaron a las dos imágenes por las calles Real, San Diego, Magdalena, Coruña y Real. Con el acompañamiento musical de las bandas de la Buena Muerte y Musical de Cedeira.
En la presidencia figuraba representando al gobierno local el teniente Alcalde Javier Díaz; el portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Miguel Tellado, y los ediles populares, Susana Sanjurjo y Arán López.
Ya por la tarde los cofrades decían que estaban dispuestos a todo, a no dejar “a la Virgen en casa” y que si era necesario cubrirían su manto con plásticos.
Una imagen y una túnica singulares
La imagen de la Virgen es de gran belleza mostrando la expresión más triste, una mezcla de pudor enigmático con un ritmo cadencioso y tranquilidad. Fue donada a la VOT de San Francisco por José Benavides y Francisca Bayolo hace 360 años.
El dolor de la madre ante la pérdida de su hijo amado. Dicen que el autor se basó en la cara de su joven hija fallecida..
La imagen lucía un hábito blanco, recamado en hilo de oro con temas vegetales, una auténtica obra de arte tanto en su riqueza como por la maestría en la disposición de su ornamentación. y el manto de terciopelo negro bordado en hilo de plata.
Eran las once de la noche cuando la imagen de la Virgen tras ser trasladada en unas andas hasta la capilla de la VOT de San Francisco «entraba» en el templo a los sones del Himno Nacional interpretado por la AM Cristo de la Buena Muerte entre aplausos de los fieles que habían querido acompañar a la imagen hasta el final de la procesión. Previamente se entonó un cantico en honor a la Virgen y se rezó una «Ave María».