Enrique Barrera Beitia
Damos por descontado que un alcalde con mayoría absoluta tiene mucha más libertad de movimiento que otro que tiene que recurrir constantemente a negociaciones con grupos municipales ajenos. Sin embargo, hace más de 200 días que JM Rey Varela tomó posesión de la alcaldía ferrolana, y la gestión municipal manifiesta dudas, acumula retrasos y recurre a soluciones de emergencia en los del día a día, mientras que los importantes todavía no se han abordado.
Es verdad que se han terminado a tiempo las obras iniciadas por el anterior alcalde evitando la pérdida de fondos comunitarios, pero no hay razones de peso para no haber aprobado el presupuesto municipal para 2024, ni para no haber dado ya los primeros pasos para urbanizar el cuartel Sánchez de Aguilera, o para dar uso a las propiedades rurales comprendidas en el convenio con Defensa. Tampoco los trámites relacionados con el saneamiento rural han ido más allá de sacar del cajón el protocolo firmado por el anterior gobierno con Aguas de Galicia, y anunciar que se procederá a cuantificar las cantidades correspondiente a cada parte, y en lo que respecta a la residencia de mayores de O Bertón, tras un prometedor arranque parece haber entrado en vía muerta.
La concejala socialista Eva Martínez criticaba que la solución a la precariedad de la biblioteca municipal ha sido volver a recurrir a medidas temporales, y que se ha dejado sin contrato a la oficina de turismo, con lo que se dificulta la gestión adecuada de un sector económico que se ha convertido en un importante motor de la economía local.
¿Tiene que ver este ritmo de trabajo con el hecho de que el alcalde de Ferrol sea senador? Con la decisión de Feijóo de celebrar tres plenos mensuales para hacer comparecer a los ministros, JM Rey Varela estará ausente probablemente catorce días al mes, quedando al mando Javier Pastor Díaz Mosquera como primer teniente de alcalde. En el fondo, cuando una ciudad como Ferrol tiene asuntos relevantes que tratar con los ministros de Defensa, Industria y Transporte, tanta presencia en Madrid del alcalde podría ser positiva, pero hasta la fecha nos consta que las gestiones ante esos ministerios brillan por su ausencia porque el motivo es confrontarse políticamente. Ya dije en otro artículo, que seguramente esta estrategia se ejecuta por la creencia de que el gobierno de coalición caerá a corto plazo, pero si no es así, no quedará otra que levantar el veto e iniciar las negociaciones con un considerable retraso. Otra razón sería mantener esta “tour de force” hasta que pasen las elecciones europeas de junio, pero las consecuencias para Ferrol serían las mismas.