Cardiología del CHUF colocó 50 marcapasos con estimulación de rama izquierda, la más parecida a la del propio corazón

El Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol fue de los primeros en incorporar los denominados marcapasos con estimulación de rama izquierda. Es una de las Áreas Sanitarias con mayor número de dispositivos de este tipo incorporados a pacientes, siendo ya medio centenar desde finales del año 2021. La estimulación que se consigue con estos dispositivos es mucho más fisiológica, más parecida a la estimulación de un corazón sano.

La diferencia de los marcapasos endovenosos convencionales, que tradicionalmente estimulan el corazón desde el ápex del ventrículo derecho (la punta/vértice del corazón), o desde el tracto de salida del ventrículo derecho (el túnel de salida del ventrículo derecho), en los marcapasos con estimulación en rama izquierda lo que se busca es conseguir que el electrodo del marcapaso estimule justo en uno de los cables del propio sistema eléctrico del corazón, en concreto el cable (haz de his) de la parte izquierda del corazón.

«Para eso lo que hacemos es penetrar la punta del electrodo de marcapaso en el septo interventricular, la pared que divide a ambos dos ventrículos, y por donde discurren los cables del sistema eléctrico del corazón, para intentar localizar la rama izquierda, y dejar ahí implantado el electrodo», explica el cardiólogo Pablo Martínez Ramos, que forma el equipo de marcapaso del CHUF, junto con la cardióloga, Sandra Rey Fariña, y el enfermero Manuel Barredo Armada.

Perfil del paciente

Desde hace años se sabe que, en un porcentaje reducido de pacientes, la estimulación con marcapasos convencionales desde el ápex puede llegar a producir que el propio corazón pierda fuerza al cabo de los años, lo que se conoce como disfunción ventricular. Esto se evitaría con este tipo de marcapasos más modernos en las personas que se estima puedan ir a tenerlo durante más tiempo.

Por lo tanto, «el perfil de paciente más frecuente es un paciente no muy mayor, en el que se prevea un porcentaje alto de estimulación por el marcapasos a lo largo de los años, precisamente para evitar que pueda llegar a producirse esa pérdida de fuerza del corazón, que es poco frecuente pero puede ocurrir», ahonda este cardiólogo. «También se está comenzando a emplear en pacientes que ya tienen poca fuerza en el corazón por otros motivos, y que en su seguimiento presentan algún trastorno del tejido de conducción que requiera de implante de marcapasos, precisamente porque altera menos la fisiología del corazón y puede ayudar en parte a recuperar, o por lo menos a no empeorar, la fuerza del corazón», señala.

«En pacientes de edad muy avanzada, dado que el procedimiento es algo más laborioso, el riesgo de complicaciones, aunque bajo, es ligeramente más elevado y el beneficio en estos pacientes es significativamente menor, por lo que, de entrada no lo consideramos, salvo casos puntuales. Antes de decidir que tipo de dispositivo implantar a cada paciente, se realiza una evaluación individualizada de cada caso para decidir cuál es la mejor opción», matiza este cardiólogo del Complejo ferrolano.

Estos cardiólogos hicieron una rotación por otros hospitales de España pioneros en este tecnica para aprenderla. «Cuando comenzanos a realizarla en nuestro propio centro, en los primeros implantes, teníamos el apoyo de algún compañero de otro centro en el que ya se realizaba esta técnica, como Barcelona el Madrid», finaliza el cardiólogo del CHUF, Pablo Martínez Ramos.

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