¿Es esta amnistía como otras anteriores?

Marcos López Balado (*)

Hoy me estreno escribiendo en este medio. Y que mejor forma de hacerlo, creo yo, que tocando uno de los grandes temas que perdurarán en la historia y en la memoria colectiva: la amnistía.

Me vi tentado a poner la “amnistía a los independentistas”, pero creo que eso sería injusto hacia los muchos independentistas que hay que no cometieron delitos y que no necesitan de indultos ni de amnistías. Y tratando de ser un poco equidistante para poder ofrecer una opinión lo más pura posible, tampoco me parecía correcto hablar de “prófugos” o “golpistas”.

Creo que podemos, y que tal vez debamos, hacernos preguntas: ¿Está justificada la amnistía? ¿Se puede comparar a otras anteriores? ¿Quién se beneficia de ella?

No pretendo convertir esta columna de opinión en un debate entre opiniones de izquierdas o derechas. De hecho sé que hay mucha gente en la izquierda que no está de acuerdo con la amnistía y alguna de las fuerzas independentistas es de derechas.

Después del fin de la dictadura en España se produjo un cambio de régimen. Llegaba una democracia y había que lograr acoger dentro de la misma a la mayor cantidad de gente posible, a todas las tendencias políticas, había que perdonarse los unos a los otros. Esto se hizo por el bien general del país, y la amnistía no puso ni quitó gobiernos. No fue fruto del pacto de gobierno de un partido en concreto para poder investir a su presidente. No, para nada. Fue algo muy distinto. Fue el punto de partida del mayor periodo de prosperidad colectiva y de conquistas sociales en la historia de España.

Si seguimos esta pauta, porque de hecho quien quiere justificar la actual amnistía hace referencia a ese pasado, podremos encontrar profundas diferencias. En la amnistía después de la dictadura se buscó un beneficio colectivo. El acuerdo de muchos para poder seguir adelante en paz. En este caso no se trata de un beneficio colectivo sino de uno particular: el de quien sale investido presidente y el de quien ve perdonada su pena.

Una vez sentado en mi silla ante el ordenador me he comprometido conmigo mismo a hacer una reflexión honesta. Creo de verdad lo que estoy escribiendo. Y no solo eso, además creo que tengo razón.

Si el Estado plantease un indulto o amnistía con los independentistas catalanes por el cual las dos partes tuvieran un beneficio colectivo con el ánimo de poder seguir adelante, estaríamos hablando de otra cosa.

Si en un clima de crispación, de violencia en las calles, de conflictividad irreconciliable, etc… que actualmente no creo que se estuviera dando, el Estado plantease una amnistía a cambio de que los independentistas abandonasen las vías ilegales, la unilateralidad, etc… creo que ambas partes estarían planteando cesiones y que podría haber un beneficio colectivo. El Estado sí obtendría un claro beneficio colectivo con la “vuelta al redil” de una parte de la sociedad catalana y conseguiría una paz social, mientras que los independentistas el perdón legal y la vuelta a la política dentro de los marcos legales.

Sé que, honestamente como decía, la oposición probablemente estaría diciendo por ejemplo “se está dando un beneficio a alguien por cumplir la ley” y que habría críticas. Pero las habría estuviera quien estuviera gobernando. Lo que sí, me parece obvio que el trasfondo sería muy distinto. Sería distinto porque los eventuales beneficiarios cambian. No serían particulares, serían colectivos.

En el caso anterior de la amnistía tras la dictadura se trató de un beneficio colectivo que nospermitió seguir adelante y que no cambió el color de ningún gobierno. Esto me parece clave. No fue un partido en concreto el beneficiado. Mientras que en la amnistía actual no salen ganando ni los españoles ni los catalanes, ni tan siquiera los independentistas, salen ganando personas concretas: quien sale investido y quien obtiene el beneficio de librarse de la pena. Y todo ello con una ley redactada por esos mismos beneficiarios.

He leído incluso alguna referencia o comparación con indultos de la época del presidente José María Aznar, que también me parece justo comentar. Podríamos hablar y discutir si fueron justificados o no, si fueron buenos o malos, pero creo que lo justo sería recordar que no influyeron en la conformación de ningún gobierno, que no contribuyeron a apuntalar o no ninguna investidura, y que no tuvieron una contraprestación particular.

Entrando un poco el en detalle en aquellos indultos de esa época, por ser justos y rigurosos, hubo muchos que simplemente fueron indultos a insumisos por negarse a hacer el servicio militar obligatorio, o imputados por delitos de falsedades documentales, del caso Filesa, etc… con informes de fiscalía favorables. Podríamos destacar incluso el caso del indulto a 16 miembros de Terra Lliure en el año 96, pero justo también sería recordar que había iniciado el expediente el gobierno de Felipe González y que había sido solicitado por la Audiencia Nacional.

En fin… nada que ver. Primero porque fueron indultos, no una amnistía general. El indulto es un perdón, la amnistía dice que no pasó nada. Y, como decíamos, no puso no quitó gobiernos y José María Aznar no recibió ninguna contraprestación a cambio de ellos.

En definitiva, por no alargarme más con un tema que da para mucho, en el presente caso convendría más llamar a las cosas por su nombre. Unos hacen un chantaje, para obtener su propio beneficio, y los otros ceden, para obtener su propio beneficio. Comparar esta amnistía con otros sucesos históricos parece más bien un burdo intento de embarrar el terreno de juego y de difuminar la realidad, a sabiendas de que no se parecen en nada.

(*)-Naronés de toda la vida, estudió en el colegio «Jorge Juan»,  en el Instituto Maculino y en el Instituto de Narón.

Asesor de empresas. Diplomado en relaciones laborales, título superior en prevención de riesgos laborales con la especialidad de seguridad en el trabajo. Es auditor laboral y mediador de seguros.

Es el actual  campeón gallego de Kárate y de Kickboxing y medallista nacional en ambos deportes.

Fue concejal de Narón  entre los años 2011 y 2023

Lea también

Finca dos Mares, un lugar inolvidable

José Carlos Enríquez Díaz Una tarde de primavera de esas que en la zona de …