José L. Álvarez
La situación en el ayuntamiento a costa de las retribuciones de nuestros políticos sigue bloqueada.
Recordemos que la oposición (PP, PSOE, BNG) utilizó su mayoría (11 concejales, por los 10 del gobierno) para tratar de imponer un reparto de dedicaciones exclusivas entre los portavoces de la propia oposición.
A la hora de la verdad y de tratarlo en el Pleno, y sabiéndose en minoría, el grupo de gobierno formado por TEGA no se opuso, pero tampoco secundó la propuesta de la oposición. Se abstuvo. No tuvo ninguna intención de aprobar un reparto de dedicaciones exclusivas entre los grupos de la oposición con el que no estaban de acuerdo.
Ante ello, y temiendo que la opinión pública se les echase encima por un reparto de dedicaciones exclusivas entre los miembros de la oposición que nunca hubo en Narón, descolocados por completo, la misma oposición se abstuvo también.
La iniciativa no salió adelante porque no la apoyó nadie, ni siquiera los mismos que la propusieron (PP, PSOE, BNG).
La cuestión es que el punto que se votaba suponía el tratamiento y la aprobación de todo el sistema de retribuciones para todos los miembros políticos de Narón, de forma que al no aprobarse nada, no existe a día de hoy ningún sistema retributivo válido actualizadoy, por ende, nadie cobra excepto las asistencias a comisiones con arreglo al mandato antrior, .
Las consecuencias de esto es que los miembros del grupo de gobierno tampoco están percibiendo ninguna dedicación exclusiva mientras no se apruebe la forma de remunerar a los cargos políticos, a pesar de que siguen gobernando, en lo que claramente constituye un chantaje de la oposición donde si ellos no cobran dedicaciones exclusivas por hacer oposición, el gobierno tampoco cobra. La diferencia es que los últimos gobiernan.
Aunque resulte impopular hablar de que los políticos tienen que cobrar, a nadie se les escapará que ciertamente algo, mucho o poco, tienen que percibir. Los que gobiernan tienen un responsabilidad de gobierno y tienen un tiempo de dedicación.
Sería comprensible que la oposición de un ayuntamiento bloquease unos salarios desorbitados o subidos sin justificación, para eso está, pero no parece lógico bloquear a un gobierno que, en conjunto, va a suponer menos coste que el mandato anterior. Y menos aún si el motivo es que la oposición no pone objeción a lo que cobra el gobierno, sino que lo que quieren es cobrar lo mismo que ellos, pero sin tener sus responsabilidades.
Por ello no resulta comprensible el bloqueo institucional al que ahora mismo parece abocado el ayuntamiento de Narón, pues una de dos, o los que tendrían que gobernar no lo hacen mientras no cobren nada, que podría ser legítimo pero significaría que nadie gobernase, o tendrían que hacerlo gratis y sin dar de alta, cosa que está sucediendo. Si hablásemos de trabajadores directamente sería ilegal y denunciable ante las autoridades laborales.
Así que, en definitiva, los motivos no son que el sistema retributivo del grupo de gobierno fuese incorrecto, de hecho la oposición iba a votar a favor. El motivo es que la oposición impuso su mayoría para cobrar lo mismo que el grupo de gobierno, ante lo cual el gobierno se abstuvo y la oposición no se atrevió a aprobarlo en solitario.
Pero no solo eso, la oposición en su ánimo de subirse las retribuciones, estaba dispuesto a subir aún más las del gobierno, pues estaba en su propuesta que subieran las retribuciones por asistir al pleno de 200 a 400 euros, y las comisiones de 100 a 150 euros.
Sobre el porqué la oposición considera que tiene que cobrar lo mismo que quien está gobernando no se ha pronunciado ninguno de sus integrantes.
Si bien Germán Castrillón (PP) saltó a la palestra a quejarse de que el grupo de gobierno se abstuviese, a pesar de que las retribuciones de éstos subían con la propia propuesta de la oposición, éste no hizo alusión ninguna a los motivos por los que consideraba que tendrían que ganar más los miembros de PP, PSOE y BNG.
Un reparto de dedicaciones exclusivas entre los miembros de la oposición significaría un salario de aproximadamente 30.000 euros, con alta en la Seguridad Social y con unas cotizaciones que rondarían los 10.000 euros, por cada una de ellas. En los 4 años de mandato tendrían un coste aproximado de 160.000 euros por cada dedicación exclusiva.
Diversos comentarios o correos, no sabemos dirigidos por quien , nos han señalado que no es casualidad que solo Castrillón haya salido a quejarse a los medios y que todo esto haya sucedido a los pocos días del anuncio de que se quedaba fuera de la Diputación provincial.
Solo añadir por nuestra parte, y para finalizar, que nos sorprende el poco ruido mediático que está teniendo todo este asunto. Ni Terra Galega denuncia el intento de bloqueo de la oposición, ni PSOE ni BNG se meten en el tema para defender o rechazar nada, y solo el PP, en boca de Germán Castrillón, se ha pronunciado para atacar al grupo de gobierno. Se diría que todos sienten vergüenza porque el primer tema de confrontación de este mandato sea el de los salarios de los políticos. Como si todo lo demás estuviese perfecto.
Y …..a todo esto lo que vendrá, porque ya suenan algunas puertas giratorias a punto de abrirse.
Xa non quedan políticos por convicción. Agora son «políticos peseteiros»…