Manuel Galdo
La realización de pruebas y otras comprobaciones oportunas a cada caso, siempre necesarias, son la garantía de un resultado final optimo del objeto o el fin para lo cual fueron realizadas.
Probando se encontraban estos días Fernando Alonso, piloto primerizo en rallyes maratón y Marc Coma, copiloto de lujo, sin duda alguna un tándem ganador, que debe afrontar, probar y conseguir la adaptación del conjuntodel equipo: piloto-coche/ asistencia-copiloto, por lo que participaron en el rallye de Marruecos como prueba de fuego para su asistencia en la que es la reina de la especialidad, que no es otra
que el Dakar. Fernando y Marc por el momento están sufriendo las vicisitudes de cualquier principiante, adaptación al vehículo y al terreno, y conocer a sus contrincantes compitiendo en buena lid con todos ellos, ya que en ocasiones son campeones consagrados como es el caso de Carlos Sainz, de todos conocido, y que hasta ahora por esa falta de suerte, tan necesaria en este tipo de competiciones, no consiguió por el momento ganar, que es lo suyo, o Al-Attiyah piloto catarí de sobra conocido por todos los que día a día se enfrentan a él sabiendo de antemano que es a quien hay que ”respetar”. Pero que no se descuide, porque cualquiera de los dos, Carlos o Fernando, pueden un día darle un disgusto, y lo sabe, y se aplica a fondo en todas cuantas carreras participa al objeto de que esto no suceda. Finalizada ya la prueba, Al-Attiyah no la terminó ya que hubo de retirarse en la 4ª etapa, Alonso terminó en el puesto 25 después de diversos problemas mecánicos y una penalización de 72 horas que lo hundieron en la clasificación, por lo que fue Carlos Sainz quien poniendo de manifiesto su categoría logrando acabar la carrera en el segundo lugar del podio.
Probando, es decir en fase de pruebas, está también el radar instalado en la carretera FE-150 que une el final de la autopista A-9 con el muelle ferrolano en la zona de La Malata, ya que se encuentra en esa fase de realización de las pruebas, comprobaciones y adaptación necesarias para su correcto funcionamiento antes de la puesta en uso definitiva para la realización de su cometido, que no es otro que sancionar los excesos de velocidad en una zona de alta siniestralidad. Las sanciones llegarán en breve, pues efectuadas las comprobaciones oportunas y visto su buen funcionamiento es solo cuestión de días que se empiecen a tramitarlas desde la central de Tráfico de la Policía Local de quien depende el “aparatito”. La preceptiva indicación en la vía de la existencia de un radar fijo en la misma, que debe ser instalada por el Ministerio de Fomento, es la justificación del retraso en su definitiva puesta en funcionamiento y tramitación de las sanciones pecuniarias, según “tarifas” en vigor, y de retirada de los puntos del carné procedentes a los infractores.
Hay otros “aparatitos”, esta vez drones, que pasado el periodo de pruebas, ya se encuentran operativos controlando los excesos de los conductores fogosos que circulan por la AP-9 y N-651 respectivamente a velocidades superiores a las permitidas. Helicópteros, radares fijos, radares móviles, y ahora también drones, lo que faltaba.
Probando también están en la fábrica de PSA-Citroen de Vigo, que se afanan en poner a punto la sección de fabricación de baterías para su utilización en los vehículos eléctricos, ya que debido a la entrada en vigor en 2020 de las restricciones impuestas a los fabricantes de vehículos por las emisiones de CO2 a la atmosfera, necesitan disponer de una instalación capaz de producir las baterías que serán precisas para poder poner en circulación tantos vehículos eléctricos, que serán necesarios para disminuir la contaminación ambiental pretendida. Entre PSA-Citroen, Michelin y Continental, que son los únicos que por el momento fabrican baterías para coches eléctricos, bien podrán cubrir las necesidades de la demanda de este componente que se va a producir por parte de los fabricantes de automóviles. Coches habrá, ya que todos los fabricantes incluirán su montaje en las líneas de producción de sus fabricas. Baterías también, ¿ pero de dónde sacarán la energía necesaria para su recarga si la red existente de puntos de carga es, por el momento, insuficiente para la demanda que previsiblemente se va a producir?. El precio de los vehículos será otro de los inconvenientes que los fabricantes tendrán que superar para conseguir introducir en el mercado las unidades necesarias para evitar las sanciones. Para ello los fabricantes habrán de poner en el mercado una gran cantidad de vehículos con motorización eléctrica, que en el caso de PSA-Vigo, por ejemplo, deben rondar el 8% de su producción lo que equivale a unos 300.000 vehículos aproximadamente. Difícil lo tienen.
Izquierda 2ª a fondo “SE CIERRA”. Esta es una de las indicaciones posibles que desde siempre utiliza el copiloto en los rallyes durante la realización de los tramos cronometrados, con objeto de que el piloto, con las notas tomadas previamente, conozca de antemano el trazado de la carretera y pueda circular de acuerdo a sus
posibilidades de conducción, a las del vehículo de que dispone y a las del estado y circunstancias de la vía.
Alguna indicación similar, en forma de señal de tráfico se podía hacer en la curva de San Pedro de la carretera de Covas -DP 3603- para advertir a los usuarios de la problemática de la misma. Sucede que su accidentalidad llevó días pasados al organismo competente a analizar y probar, otra vez probando, el firme, el peralte y otras cuestiones técnicas susceptibles de ser la causa de los accidentes, ya que es a ellos a los que se les suele achacar la culpa de los mismos, pero nada más lejos de la realidad. El cierre imprevisto de la curva en el medio de su trazado y la velocidad inadecuada a la que algunos conductores intentar negociarla, por causa de sus
limitaciones, son los verdaderos culpables de la situación. Es que en realidad, la mal llamada curva de San Pedro, son dos curvas en una para sorpresa de algunos conductores, que son incapaces de reaccionar debidamente ante esta situación; frenan, desaceleran o cierran la trayectoria bruscamente, lo que trae consigo el posible
derrape, trompo y/o salida de vía. Y dicho sea de paso, las más de las veces sin consecuencias personales para los ocupantes del vehículo, pero el susto que se llevan y los destrozos materiales no hay quien se los quite de encima.