La última travesía del D-36 «Ariete»

Fragata Ariete embarrancada en la costa de Lira

Vicente Jesús Bernal Tortosa-(vicentebernaltortosa@hotmail.com)

Más de medio siglo después la historia sigue aún muy viva entre los vecinos, orgullosos de aquella acción, que puso a salvo la vida de 168 miembros de la Armada Española.

La fragata antisubmarina rápida Ariete D-36 fue botada en los astilleros de Ferrol el veinticuatro de febrero de 1955, sufriendo un proceso de modernización tecnológica y acondicionamiento posterior a su botadura debido al desfase en tiempo con respecto al proyecto original del buque. Finalmente es asignado a la Armada el siete de febrero de 1961 estando basado su diseño en los torpederos o destructores ligeros franceses de la clase “Le Fier”.

El Ariete y sus 168 tripulantes al mando del Capitán de Corbeta Francisco Carrasco Ruiz, zarpan el mediodía del veinticuatro de febrero de 1966 del arsenal de Ferrol en demanda de su puerto base, el arsenal de Cartagena. Durante tres largos meses el buque había sido sometido a diversas obras de mantenimiento y mejoras en el Arsenal de Ferrol. Con una predicción meteorológica favorable e ilusión,emprendían su viaje de vuelta a casa.

Nada hacía presagiar la odisea que el destino tenía dispuesta para ellos, los próximos dos días tras dejar atrás la ría de Ferrol. Con una mar en ocasiones superior a los 11 metros de altura y con vientos en ocasiones huracanados de hasta 80 nudos, en estas condiciones se adentraron en la “Costa da Morte”.A la altura de Cabo Touriñan con temporal de sudoeste aminoran la velocidad del buque continuando su marcha.

Aunque tratan de continuar su singladura tras una concatenación de averías surgidas recién entrados en la “Costa da Morte” a la altura de la Isla Sisargas; y con tan sólo una caldera operativa para el gobierno y navegación del buque, el Comandante ordena poner rumbo a la ría de Pontevedra. El propósito consensuado con su segundo de a bordo, el Teniente de Navío José Sierra Campos, es dirigirse a las instalaciones militares de la Armada en Marín (Pontevedra), donde reparar todas sus averías. Este hecho obligó al Ariete con tan sólo una caldera y limitados a la velocidad de cinco nudos avante, a sortear el temporal.

El siguiente día, veinticinco de febrero, tras una terrorífica noche se produjo la pérdida total de propulsión a la altura de la Isla de Sálvora, debido a la inutilización de la única caldera que le quedaba operativa.

Al garete como se suele decir en el argot marinero, a merced de la mar y los vientos el buque fue derivando empujado por la mar gruesa y los fuertes vientos de componente sur reinantes, hasta ser desplazado unas 20 millas náuticas al norte a la altura de la costa de Carnota.

Las acciones se encaminaron al salvamento del buque y su dotación. Estos intentos de remolques fallidos fueron llevados a cabo por el petrolero Camporraso y la fragata Legazpi con base en Marín.
Tras más de cuarenta horas a merced de la furia de la Costa da Morte, el Ariete sortea sin máquinas y con mucha fortuna, toda la zona de piedras y bajos existentes frente a la playa de Ardeleiro en Lira (Carnota).

Finalmente queda varado sobre una cama de piedras existentes unos 80 metros al sur de la playa de Ardeleiro, donde vecinos de la localidad, esperaban ansiosos y prestos al rescate de la tripulación. La fijación de un cabo desde el puente del buque a una piedra de tierra fue firme y perfecta, procediéndose inmediatamente al desembarco ordenado de toda la dotación mediante una canasta colgada en este improvisado andarivel mediante el cual iban desembarcando a tierra. Desde tierra tiraban del cabo todos los vecinos, hombres y mujeres algunas embarazadas se unieron para auxiliar a los náufragos.

Certificada la imposible recuperación del buque, causa baja en la Armada por Orden Ministerial 1596/66 de 11 de abril (D.O 84).

La Armada recompensó a muchos vecinos de Lira por su ayuda, entrega y acción heroica llevadas a cabo durante aquella larga noche. Debido a esta actuación del vecindario de Carnota se le concedió el título de “muy humanitaria” por decreto 3290/1966 de 29 de diciembre.

Aquella fría e invernal noche, 168 almas que vagaban por la Costa da Morte a su suerte lograron aferrarse a la vida gracias a la generosidad de estos vecinos.

Lea también

Tras participar en el ejercicio “Alborán-24” la «Blas de Lezo» visita Alicante

  La fragata “Blas de Lezo” (F-103), al mando del capitán de fragata Pedro Pedro …

2 comentarios

  1. José Manuel Barreiro García

    Tengo entendido que la probable causa de que se apagasen las calderas del buque fue que la aspiración de los ventiladores de tiro forzado estaba a la altura de la cubierta que, por lo demás, ya en condiciones normales de mar estaba frecuentemente barrida por las olas. Con el temporal desatado en aquella ocasión el mar entró directamente en las calderas provocando su apagado.
    A raiz de este accidente fueron modificados los otros biques de la serie: Audaz, Osado y Meteoro.
    Los buques de esta serie tuvieron problemas el día de su botadura ya que por tener lugar ésta sin tener en cuenta la marea, vararon todos al botarlos.

    • Vicente Jesús Bernal Tortosa

      Pues sí,no le falta razón este fue uno de los motivos por el cual su botadura tuvo lugar en febrero de 1955,teniendo lugar su entrega definitiva a la Armada seis años después en febrero de 1961.Estas unidades tuvieron que ser sometidas a diversos cambios y modificaciones de actualización en su planta propulsora y estructura, para paliar en la medida de lo posible sus fallos.
      Sí necesita más información, aunque creo que está muy bien informado,no dude en contactar conmigo.Un saludo.