El proyecto del elegante edificio de la Escuela Obrera, dentro del estilo modernista, fue elaborado conjuntamente por el arquitecto Francisco Fiol y el ingeniero Eduardo Vila el año 1916. Tras diversas alternativas, el edificio de la Escuela Obrera se levantó en un pequeño recinto de los terrenos de actual empresa Navantia, con entrada por la calle Taxonera. Con dos plantas en su parte central y dos alas laterales en la planta baja, era amplio y de buena luminosidad, dotado de diferentes aulas, salas y oficinas.
Antiguo edificio de la Escuela Obrera
El año 1976 cesaron las clases en el edificio al pasar los Hermanos de Lasalle, entonces encargados de su dirección, a regir la nueva escuela situada en el barrio de Caranza, siendo derribada hace ahora cuarenta años la histórica Escuela Obrera, en una estúpida decisión que impidió conservarla para disfrute de las generaciones futuras.
De esa manera, el noble edificio de la Escuela Obrera de Ferrol sufrió el mismo triste destino de notables edificios y construcciones emblemáticas de la historia ferrolana: el Pazo urbano de la Merced, la antigua iglesia de San Julián, la Puerta Nueva, la Casa de Caamaño, el antiguo Ayuntamiento del Paseo de las Delicias, la Fábrica de Lápices Hispania, los edificios industriales de FENYA y PYSBE, la Sala de Gálibos de la Empresa Navantia, el cine Callao, el Teatro Renacimiento, la Villa Soledad y el Depósito de Agua de Canido, entre otros.
Como culminación de los actos del centenario de la Escuela Obrera, con cuyo motivo se publicó un libro de gran prestancia e interés, se restauró la puerta de entrada al histórico edificio, situada en la muralla exterior del Astillero y muy cerca de la entrada principal a la empresa Navantia, colocando una placa de recuerdo y una reproducción gráfica del edificio modernista, acompañada de las fotografías de varias promociones de alumnos de le Escuela.
Lamentablemente el entorno que rodea esta puerta de entrada se encuentra totalmente descuidado, lo mismo que las zonas anexas de la muralla, sucias, despintadas y pintarrajeadas, ofreciendo al visitante un aspecto deplorable. La empresa Navantia debería mostrar un mayor respeto hacia el Patrimonio Cultural de la ciudad de Ferrol.
Recreación de la puerta de entrada
Lamentablemente el libro publicado solo fue entregado de forma gratuita a los trabajadores en activo una empresa de la envergadura de Navantia no tubo ninguna deferencia hacia los que allí estudiamos durante los cinco años que duraba este ciclo pero se hizo uso de nuestra imagen para cubrir el evento, ya entrando en el libro muy bien encuadernado y como no se hizo labor de campo se mezclo lo que era la Escuela Obrera con la Escuela de Aprendices de la antigua Bazán si bien es cierto que había un nexo cada una tenia su cometido, en lo que respecta a la Escuela Obrera el acceso a la misma tenia limites por haber mas aspirantes al ingreso que plazas escolares, esta selección se hacia con un examen de ingreso y otro de los requisitos era la edad limite ya que finalizado este ciclo se ingresaba en la Bazán como aprendiz y según puntuación obtenida se tenia opción de elegir futura profesión, otro error por falta de investigación es que en una pagina se dice que el curso de 1968 no pudiendo ingresar por una crisis en la factoría fuimos distribuidos por los distintos centros escolares de Ferrol y mas tarde recuperados, esto no es cierto el curso de 1968 que no pudimos ingresar a pesar de estar aprobados quedamos en la calle sin que a la Bazán le preocupara lo mas mínimo cual seria nuestro futuro ya que los estudios cursados no estaban homologados a pesar que tenían el nivel del bachiller, por la presión de nosotros mismos y de la gran colaboración del Sr. Valle Romero publicando en la Voz de Galicia varios artículos incluidas entrevistas personales y también hay que decirlo de los hermanos de la Salle se consiguió que Bazán se hiciera cargo de la matricula del 1º año en la escuela de Maestría Industrial primer ciclo de Oficialía y los hermanos de la Salle consiguieron con la Dirección de Maestría que se nos permitiese la asistencia a clase con parte de los libros que utilizábamos en la Escuela Obrera ya que el nivel era muy superior al que se impartía en el primer ciclo de Oficialía, aparte de que los mismos hermanos a los que no disponíamos de dinero que éramos la mayoría nos consiguieron material de dibujo usado pero que valía perfectamente, después de este primer curso cada uno siguió distintos derroteros pero Bazán nunca nos recupero aunque muchos ingresamos años mas tarde pero por otros cauces.