El naronés que insultó en las redes a Miguel Ángel Blanco y al PP ha sido condenado a 2 años y 1 día de cárcel

La Audiencia Nacional ha condenado a dos años y un día de cárcel a un naronés que insultó en redes sociales a Miguel Ángel Blanco y al PP y que hace un año ya fue absuelto por vender camisetas con insignias del Estado Islámico por internet.

Octavio Cadelo Tojeiro también estaba acusado de retomar esta venta de productos del grupo terrorista yihadista, si bien el fiscal Carlos Bautista retiró esta acusación en sus conclusiones definitivas al término del juicio.

 Además de a la pena de cárcel, la sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional también le ha condenado a 8 años de inhabilitación absoluta y al pago de una multa de 1.350 euros por un delito de enaltecimiento del terrorismo.

Según la Sala, en sus comentarios en Facebook y Youtube el acusado manifestó «más que inquina» hacia el PP y hacia Miguel Ángel Blanco, a quien llamó «pepero de mierda» y de quien dijo que era una «aberración» poner una calle a su nombre.

«Hubiera sido un mal menor que ETA se hubiera cargado a todos los peperos del país», decía el acusado en uno de sus comentarios, pues así no le habrían «detenido ni jodido la vida».

El tribunal, presidido por la magistrada Ángela Murillo, cree que estos y otros comentarios «revelan un inequívoco trato vejatorio y hasta despiadado para una concreta víctima de actos terroristas» y que se enmarcan incluso dentro del discurso del odio.

Según declaró el acusado en el juicio, fue precisamente el «rencor» hacia la Policía por haberle cerrado la página en la que intentó vender productos del Dáesh lo que le guió a publicar dichos comentarios contra el concejal de Ermua asesinado por ETA hace dos décadas.

No obstante, ese argumento, según los jueces, no justifica el tono de alabanza a ETA y de humillación a sus víctimas. Además, la publicación fue reiterada en diversas ocasiones «lo que descarta ser fruto de un impulso momentáneo».

Durante su declaración, en la que se proclamó «católico y proisraelí», el exmilitar reconoció que se «propasó» con Blanco, si bien confesó que en esa época no se encontraba en plenas facultades mentales porque consumía «cantidades industriales de cannabis».

Sin embargo, la Sala señala que el consumo de estupefacientes «no ha quedado acreditado» y que no se detectó «merma alguna de sus facultades pero sí una peculiar personalidad».

Además, según la sentencia, el médico forense que le examinó manifestó que Octavio C.T. sufría un «trastorno adaptativo que no afecta al intelecto y a la voluntad».

«Para el tribunal choca su versión sobre adicción alguna con el hecho de afirmar espontáneamente su culpabilidad en lo que a las menciones a Miguel Ángel Blanco se refiere, unido a que las incursiones en las redes sociales han sido variadas», señalan los jueces.

Y añaden que su comportamiento y comentarios «crean un clima, aunque pueda ser remoto, de riesgo para las personas o derechos de terceros alentando soluciones que, por criminales, son de todo punto rechazables».

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3 comentarios

  1. Tuvo suerte que el PP no lo insultó a él… y había más motivos. Se ve que no se puede ir por la vida descalificando e insultando a todo el que le parece.

  2. Los ciudadanos tienen que asumir que son responsables de sus actos, y que cuando traspasan ciertos limites recibiran una respuesta contundente por parte de las autoridades competentes.
    Uno es libre de pensar como le de la gana y decir lo que quiera, en privado, pero libertad de opinión no significa pasarte por «el forro» los derechos de los demás, en especial el derecho al honor y la respetabilidad. Se podría tener cierta consideración con la crítica al cargo público en activo, de la misma manera que se le permite a él en el ejercicio de su cargo, pero hay que mantener cierto grado de increpancia, que no atente contra su integridad moral o fisica.
    Se debería actuar con la misma contundencia en otros muchos casos de delitos menores pero reiterados, con penas progresivas en función de la reiteración del delito.

  3. Hoy en el pleno Terra galega se negó a condenar la muerte de Miguel Ángel blanco, unos agitan el árbol y otros recogen las nueces