Comenzaron en la jornada de este Domingo de Ramos los desfiles procesionales de la Semana Santa Ferrolana, declarada de interés turístico internacional.
El pistoletazo de la salida lo dio la Cofradía de las Angustias con la procesión «Jesús amigo de los niños». Poco después , desde la iglesia de Dolores, partió la procesión de la «Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén» y ya por la tarde la primera procesión penitencial organizada por la Cofradía de la Soledad en la que los cofrades acompañan a la imagen del Ecce Homo , un desfile tradicional que al igual que en otras ciudades y pueblos organizaban los miembros de la Tercera Orden Franciscana.
Destacar el «abarrote» de las calles, muy especial en la zona centro, al que contribuye el buen tiempo reinante, veraniego, y con altas temperaturas.
PROCESIÓN DE JESÚS AMIGO DE LOS NIÑOS
A las once y media de la mañana de este Domingo de Ramos salió del santuario de Nuestra Señora de las Angustias la procesión de “Jesús amigo de los niños”. Previamente y con la plaza abarrotada de fieles se procedió a la bendición de los ramos y palmas que portaban los asistentes que seguidamente participaron en la procesión por varias calles del barrio y que finalizó en la iglesia parroquial de Nuestra Señora del Pilar, en el barrio de Recimil.
Los fieles y miembros de la cofradía de las Angustias acompañaron a la imagen de “Jesús amigo de los niños”. La parte musical estuvo a cargo de la Banda de las Angustias.
TRIUNFAL ENTRADA DE JESÚS EN JERUSALÉN
A la una y veinte salió de la iglesia de los Dolores la procesión de la “Entrada de Jesús en Jerusalén”. Es esta la primera procesión en la que los cofrades utilizan el capuz. Previamente en la iglesia parroquial se había oficiado una eucaristía y en la plaza de Amboage, abarrotada de fieles, el párroco de Dolores, Xosé Francisco Delgado, procedió a la bendición de las palmas y ramos.
La procesión discurrió por las calles Real, Tierra y Dolores y los cofrades acompañaban a las imágenes de San Juan Evangelista una hermosa talla del siglo XVII, en un «trono» de plata llevado por portadores del tercio y de la Entrada de Jesús en Jerusalén (Massagué-1990) , en un «trono» adornado con profusión de claveles blancos y llevado a hombros por las portadoras del tercio de la Virgen de la Amargura..
Destacar que miles de personas se desplazaron a la zona centro del barrio de A Magdalena para presenciar este desfile procesional. La parte musical estuvo a cargo de la A.M. “Virgen de la Amargura”, ACOTAGA y Banda de la Cofradía de Dolores.
Acompañaron a las imágenes en el desfile procesional todos los tercios , con monaguillos y aspirantes.
LA PROCESIÓN DEL ECCE HOMO
Organizada por las Cofradías de la Venerable Orden Tercera de San Francisco pasadas las ocho de la tarde de este Domingo de Ramos, día 29, salió de la capilla franciscana la procesión del Ecce Homo, que tradicionalmente, desde que en nuestra ciudad residía una comunidad de padres franciscanos recorre nuestras calles en la tarde de esta jornada que abre los actos litúrgicos y procesionales de la Semana Santa. Los cofrades acompañaban a las imágenes, sobre tronos o “pasos”.
La de San Pedro Apóstol sobre un trono obra de Guillermo Feal. Presenta en su contorno cuatro escenas de la vida de Cristo. Trono e imagen guardan las debidas proporciones, configurando uno de los pasos más pequeños de la Semana Santa ferrolana, pero no exento de armonía.
Del Cristo de la Buena Muerte (David Dos Santos Feal, 2002) y que fue llevada a hombros sobre su cruz; y a la que dieron escolta miembros del Cuartel General de la FLOT, del Ejército de Tierra con base en A Coruña. La talla representa a un Cristo vivo, agónico, representado en el justo momento del tránsito de la vida a la muerte La mirada de este Cristo logra captar toda atención, es en ella donde reside y radica la mayor expresividad del crucificado. Sobre su frente se apoya una corona de espinas natural y el contenido simbólico se compacta con las tres potencias.
Y del Ecce Homo, una imagen realizada en el año 1750 por el escultor Florencio Gambino cuya única vestidura es una manto rojo bordado en oro sobre terciopelo rojo, por las Esclavas del Santísimo de esta ciudad. La imagen va sobre un trono realizado por Alfredo Martín en los años 1967-68. Emulando un estilo neoclásico, sus grandes dimensiones recogen en su forma rectangular 44 columnas clásicas y 12 hornacinas que albergan a las figuras de los apóstoles. Coronando la obra, en cada frente, los bustos de los cuatro evangelistas. El conjunto se completa y se armoniza con cuatro faroles al estilo de los antiguos galeones. Faroles apoyados sobre unas columnas salomónicas de roble americano. Su estructura metálica fue realizada con vainas de proyectiles de grueso calibre.
En la procesión la parte musical estuvo a cargo de timbaleros de la Soledad, Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte, Banda de las Angustias, Banda de la OJE y Agarimo.