Cerca de tres horas tuvieron que emplear los Bomberos de Ferrol para sofocar un incendio declarado en el edificio número 95, de bajo, dos pisos y buhardilla, de la calle de Concepción Arenal, que se encontraba deshabitado. El tejado, la buhardilla y el interior de la segunda planta cayeron desplomados sobre el primer piso dado que la estructura de los mismos era de madera.
El servicio de bomberos fue avisado pasadas las ocho y media de la tarde y hasta la zona se desplazaron seis efectivos junto con el camión-escalera y un bol. Asimismo hicieron acto de presencia varias patrullas de la Policía Local que procedieron a la retirada de dos vehículos aparcados frente al edificio en llamas, y asimismo cortaron el tráfico de subida hacia Canido desviándolo por la calle Almendra. También estuvo presente el jefe del Parque de Bomberos Aureliano Bacelo.
En primer lugar los bomberos realizaron una inspección en el interior del edificio, puesto que varios vecinos indicaron que allí solían dormir algunos indigentes, y una vez que comprobaron que no había nadie en el interior comenzaron las labores para sofocar el fuego lanzando agua desde lo alto del camión-escalera sobre el tejado del edificio.
El fuego se había iniciado en la buhardilla, y teniendo en cuenta que en ese edificio no había suministro de corriente eléctrica todo hace pensar que alguna persona, posiblemente de los «usuarios» , pudo haber prendido fuego en un lugar en donde abundaban las hojas de espigas de maiz, posiblemente utilizadas para dormir sobre ellas.
Si bien el fuego, tras el derrumbe interior, quedó sofocado sobre las ocho y media de la tarde la labor de los bomberos continuó una hora mas, para evitar que quedase algún rescoldo entre las maderas de los pisos y de las vigas, finalizando el trabajo y regresando a la base en el Polígono de A Gándara a las nueve y media de la noche. También sobre esa hora se restableció la circulación de vehículos por el tramo cortado de la calle Concepción Arenal.
Durante la labor de los bomberos y en tanto no finalizaron sus trabajos los vecinos de las viviendas colindantes fueron desalojados, por precaución, de sus casas.
Ferrol se cae a cachos. El alcalde mientras tanto pierde el tiempo en pelearse con Sestayo y con sus propios concejales. Qué penuria!
No iniciaremos «la política» de los okupas que se está llevando a cabo en ayuntamientos podemitas, verdad?