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Una pequeña oleada de robos, e intentos, ha ocurrido en la madrugada de este lunes en Ferrol. Personas desconocidas entraron en las instalaciones del restaurante «El Parque» , en el «Raiña Sofía apoderándose de dinero y causando daños; también causaron destrozos al intentar entrar en la pastelería Gascón, en la calle Real, y asimismo hubo otros robos menores en establecimientos de chucherías.
EN «EL PARQUE»
El el restaurante del Parque Municipal el autor o autores entraron al local por una ventana de la parte posterior del edificio y que da a la cocina. Tras forzarla y ya dentro de las instalaciones se apoderaron del dinero que había quedado en la caja para cambios así como del bote de los camareros, en total unos quinientos euros. Pero como les debía parecer poco dinero procedieron a abrir cajones, echar al suelo material de las estanterías del almacén quizás en busca de algún «sobre bien guardado». Y tras la fechoría abandonaron el local.
El responsable del establecimiento se encontró en la mañana de este lunes con la sorpresa del robo y que todas las instalaciones estaban revueltas, por lo que avisó a la Policía y presentó la correspondiente denuncia.
Acudieron al local efectivos de la Policía Nacional y de la científica para tomar huellas y asimismo se está pendiente de la grabación de la cámara de seguridad.
EN LA CONFITERÍA GASCÓN
Asimismo un nuevo robo, esta vez en tentativa, se perpetró en la madrugada de este lunes en la confitería Gascón, en la calle Real 109. Una o varias personas trataron de entrar en el interior de la confitería y para ello nada mejor que arrojar un trozo de baldosa contra el cristal de una vitrina.
Como quiera que el cristal era de seguridad solamente pudieron astillarlo pero no romperlo por lo que no tuvieron mejor idea que hacer un butrón en el falso techo de escayola en el portal, operación que no pudieron concluir y en la que es necesaria la intervención de al menos dos personas, abandonando la zona.
El profesional que tiene su despacho en el primer piso cuando acudió a abrirlo por la mañana se dio cuenta del intento de robo avisando a la Policía. Poco después llegó la propietaria del establecimiento y la Policía Nacional. Posteriormente la judicial tomó huellas y recogió detalles, como podría ser una colilla dejada entre los restos de la escayola.
La propietaria presentó la correspondiente denuncia en la comisaría de Policía, y aunque tiene seguro, eso no quita de los problemas que le han aparecido sin querer.
Ferrol, de mal en peor. A la ristra de comercios cerrados y calles vacías, ahora sumamos delincuencia organizada y que va a peor día tras días. Mientras, el concejal de seguridad (el alcalde), mirando para otro lado y pensando en qué busto puede sacar esta vez.
Se está convirtiendo nuestro Ferrol en la ciudad sin ley?Al galopante aumento de los robos, de la violencia
amén de otro tipo de vandalismos, se une ahora la falta de vigilancia y de control del gobierno.
Como aquí todo dá igual y no hacemos más que encogernos de hombros………pues lerelerele.