Bajo una persistente llovizna y con la presencia de una multitud de familiares emocionados, zarpó este sábado desde la dársena norte del puerto de Buenos Aires el buque escuela ARA «Libertad», en el inicio de su 45° viaje de instrucción para los cadetes de las dos últimas promociones de la Escuela Naval Militar y de países vecinos como Brasil, Chile, Bolivia, Paraguay y Uruguay.
La fragata, al mando del capitán de navío Ignacio Errecaborde, dejó el muelle del Apostadero Naval Buenos Aires a las 8:17, unos 15 minutos antes de lo previsto y sin los gavieros -los marineros que ejecutan las maniobras de las velas- apostados en lo alto de los palos. Aún cuando esta es una de las imágenes más típicas de la embarcación, la lluvia y la niebla que envolvía al puerto metropolitano hicieron que no fuera seguro subir a los mástiles.
La Fragata partió con una dotación de 27 oficiales, 192 suboficiales y 132 oficiales alumnos argentinos y de países vecinos, entre los que el 20 por ciento son mujeres. Volverán ala Argentina el 5 de noviembre, tras un itinerario que durará 196 días, de los cuales 133 permanecerán en el mar. El resto del tiempo será empleado haciendo escala en puertos de diferentes países.
El primer puerto al que arribarán es Recife, al norte de Brasil. Desde allí continuarán rumbo a Baltimore, en Estados Unidos, donde llegarán el 10 de mayo. Luego harán escalas en los puertos norteamericanos de Norfolk y Nueva York para cruzar después el Atlántico con destino a la ciudad holandesa de Amsterdam, donde esperan celebrar el bicentenario de la Independencia junto con la reina Máxima, y después llegarán a Brest, en Francia.
Las siguientes escalas serán en Dublin (Irlanda); Ferrol (España); Toulon (Francia); Civitavecchia (Italia); El Pireo (Grecia), y Cádiz, en España, hacia finales de agosto.
Tras la visita a Cádiz iniciarán la travesía de regreso, que incluirá los puertos de Río de Janeiro, en Brasil, y de Montevideo, en el vecino país, regresando al Apostadero Naval Buenos Aires el 5 de noviembre.
Estarán el Kichi de Cádiz y el nuestro preparando ya sus peores galas, espero.