Este jueves ha fallecido en nuestra ciudad a los 84 años de edad el sacerdote Leoncio Pía Martínez tras cincuenta y nueve años de sacerdocio.
«Don Leoncio» como era llamado por muchos ferrolanos había nacido en Santa Marta de Ortigueira el 27 de agosto de 1931. Fue ordenado en Comillas en marzo de 1957 y desde entonces desempeñó diversos destinos en la diócesis de Mondoñedo, entre otros en San Francisco de Viveiro, parroquias del Socorro, Santo Domingo (Ultramar) y últimamente estaba adscrito a la parroquia de San Julián, en Ferrol. Asimismo fue capellán de las Discípulas de Jesús y de la Compañía de María. Era Canónigo Magistral de la Santa Iglesia Catedral Basílica de Mondoñedo .
La capilla ardiente se encuentra instalada en el Tanatorio Servisa de Ortigueira y a las cuatro y media de la tarde de este viernes el cadáver será trasladado a la iglesia parroquial de Santa María de Ortigueira en donde se oficiará un funeral de cuerpo presente para seguidamente celebrarse el entierro en el panteón familiar del cementerio parroquial.
A las tres de la tarde partirá un autobús desde la Carretera de Castilla, esquina con Villa Soledad, para las personas que quieran asistir al funeral y entierro. Los interesados pueden llamar al teléfono 981 33 99 91 (Parroquia de Santo Domingo-Ultramar) .
El día 22 a las siete de la tarde se oficiará una misa funeral por su eterno descanso en la iglesia parroquial de Santo Domingo (Ultramar).
Desde Galicia Ártabra enviamos nuestro más sentido pésame a sus familiares y a la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol
Habrá una Misa Funeral en la iglesia de Santo Domingo (Plaza de Ultramar), el próximo viernes, día 22 de abril, a las 19.00
Don Leoncio fue un sacerdote que se entregó con fe y fortaleza a su ministerio, y así puedo dar testimonio yo después de haber colaborado con él en la parroquia de San Miguel Arcángel donde trabajó con el también fallecido don Antonio Silva; y también mi propia familia durante su época como párroco en Santo Domingo. (Bautizó a tres de mis cuatro hijos y les dio la comunión a los dos primeros).
Sin menosprecio de los sacerdotes que encabezan la UPA del Ensanche y su gran labor, se le echaba de menos, y ahora, se le echará mucho más, aunque con el convencimiento de que algún día nos volveremos a reencontrar.