En Ferrol seguimos a vueltas con la peatonalización de ciertas calles, con la implantación de la ORA, además de darle vueltas a qué hacer con Sánchez Aguilera y otros asuntos que forman parte de nuestros recurrentes rumores ciudadanos y que a veces pienso que son simplemente entretenimientos provocados para no hablar de otras cosas.
La semana pasada mi admirado Juan Cardona, en esta misma publicación, escribió un magistral artículo en referencia a la peatonalización y cuyo contenido y opinión comparto plenamente. Y el debate nace porque en Ferrol no hemos hecho plan alguno que dé respuesta a las necesidades sociológicas y urbanísticas de una Ciudad, que fue moderna y hoy es incómoda. Las distintas corporaciones que han gobernado Ferrol, siempre han tomado decisiones urbanísticas de parche, echando de menos los ciudadanos un trabajo serio y científico sobre qué tipo de ciudad queremos, que necesidades tenemos, y como se puede desarrollar económica y socialmente; es decir, repensar que Ferrol queremos y necesitamos los ferrolanos.
Las iniciativas urbanísticas se han tomado a golpe de ideas impulsivas que en ningún caso obedecían a una planificación de ciudad con un objetivo claro, se actuó como si del color del pasillo de casa se tratara. Aún me dura la sorpresa de ciertas medidas urbanísticas que no alcanzo a comprender, como el estrechamiento de calles y su diseño, que más bien parece que se hayan olvidado de los vecinos y de sus necesidades de servicios de ambulancias, bomberos, mudanzas, etc. (en la mayoría de ciudades han hecho obras en sentido contrario), pero digo yo que habrá alguna razón urbanística que a un lego como yo en tales temas se le escapa. Otro ejemplo cercano en el tiempo ha sido la Plaza de España, cuyo resultado final es la fractura de la ciudad en dos y que ha provocado un difícil enlace entre ambas partes, tanto peatonal como en transporte privado o público con rutas, en este caso, que solo atienden a una parte del casco urbano antiguo. El resultado ha sido que la Plaza de España se ha convertido en un espacio ideal para jugar al escondite y que, además, da cobijo a un parking que está vacío la mayor parte del tiempo y que parece el espacio más apropiado para el rodaje de una película de terror.
Es bueno peatonalizar, también es malo; solo hay que saber que se quiere hacer y con qué objetivo. En el futuro inmediato tenemos la zona de Sánchez Aguilera, se habla de construir un Centro Comercial y otros reclaman zona verde. No sé qué es lo mejor. Todos los argumentos al respecto son válidos, pero si no lo hacemos científicamente corremos el riesgo de hacer algo que luego no tenga solución y perjudique más de lo que ayude. Lo que no creo que sea necesario es una zona de esparcimiento y verde. Ferrol otra cosa no tendrá, pero pulmón le sobra y zonas de esparcimiento también; únicamente hay que adecuar los Cantones, El Parque… etc. etc.
Lo que sí siento es que Ferrol, ahora, es una ciudad, repito, incómoda. Incómoda de entrar en ella, incómoda de pasear y de vivir. Es una ciudad deslavazada. Diseñemos y decidamos con sentido nuestro Ferrol para que mole más y vuelva a ser cómoda.
Me sorprende que un periódico supuestamente serio como Galicia Ártabra tenga de colaborador a personas como este señor.