Lo que parecía un grave delito, lo que se anunció en un principio como una gran falsificación se ha reducido a un posible delito contra la propiedad industrial y todo por unas dichosas pegatinas.
Nos estamos refiriendo a la noticia aparecida sobre la intervención “de una réplica de un Ferrari en Ferrolterra” señalándose que fueron detenidos el dueño y un concesionario.
Pues bien la noticia decía que el jueves, día 12, habían ocurrido esos hechos y que “una vez se comprobó que el coche no era auténtico, los responsables de la marca interpusieron ante la Guardia Civil la consiguiente denuncia”
Pasados los días Galicia Ártabra se puso en contacto con el gerente de la concesionara, con establecimiento en Fene, quien nos aclaró algunos puntos interesantes y además mostró su incomodo por todo lo que había surgido en torno al tema.
“Efectivamente la denuncia se basa en que el coche tiene unas pegatinas de la marca Ferrari, pero cuando lo compramos y lo pusimos a la venta ya venía con ellas, bueno, ya las tenía cuando el que nos lo vendió, vecino de Cabanas, lo compró en el año 2008”.
“Ese coche fue construido por la empresa SAM-Bojar-F-50 (Ver en su página en internet) y vendido en Alemania. En el 2008 lo compró un vecino de Cabanas a un importador de Verín, con todos los papeles en orden, matriculado, con impuestos al día, de tal manera que desde esa fecha circuló por España legalmente, con pagos de seguros y de circulación, con revisiones en ITVs,..total..todo fue estupendamente y todos sabían que ese coche no era un Ferrari, sino una réplica, que estaba homologado y que no fue nunca manipulado”.
Nos cuenta además el gerente de la empresa de Fene que “ prácticamente nunca fuimos detenidos. Se nos preguntó al propietario de la concesionaria y a mí, que somos socios, cuando podíamos presentarnos en el Cuartel de la Guardia Civil de A Coruña, lo hicimos al día siguiente acompañados por un abogado y -ni esposas ni nada- solamente nos tomaron declaración dijimos todo lo relacionado con el coche, como lo compramos para revender el 23 de septiembre de este año, y como nunca hubo interés en engañar a nadie, siempre hablamos de réplica, y realmente se nos dijo que no va nada contra el coche sino simplemente por las pegatinas.
Fíjense si es fácil comprobar que no es un Ferrari que el motor del coche es de la marca Volkswagen.
Da la impresión que Ferrari nos tomó de conejillos de Indias para promocionar su nombre, es que si no no se explica, porque basta ver la página de internet del constructor polaco para, si la construcción es ilegal, ir contra él, estamos en Europa”.
El gerente de la empresa vendedora nos decía finalmente ”nosotros anunciamos la venta porque ese es nuestro negocio” y señaló que estos días mantuvo cerradas las instalaciones “no estábamos con ganas de nada después de todo lo sucedido” pero realmente todo vuelve a la normalidad, agradeciendo la confianza de muchas personas que han confiado, desde siempre, en ellos.
Se escribe Volkswagen. De nada