El alcalde de Ferrol, Jorge Suárez, compareció ante los medios de comunicación para dar cuenta de lo tratado en la Xunta de Gobierno Local celebrada esta mañana, en la que principalmente se informó sobre el desgaste presupuestario que padece el actual Gobierno municipal para con su prioridad electoral relativa a mejorar la vida de la ciudadanía, así como a efectuar obras necesarias.
De esta forma, la Xunta de Gobierno Local propuso una modificación de crédito del actual presupuesto municipal para compensar el presupuesto inicial asignado al departamento de Obras, por 1,5 millones de euros en enero, actualmente se cuenta con 50.000 euros «para reparación de viarios logo do frenesí de formigón previo á campaña electoral de maio», apuntó Suárez.
«A intención do Executivo local e acadar un consenso con outras forzas en atención aos intereses da cidade para incorporar a proposta para o seu debate no pleno de finais deste mes», señaló el regidor ferrolano, quien declaró que la cifra de dicho modificativo de crédito oscilará sobre el millón de euros, en los cuales priorizaría «a atención sociosanitaria e as obras mais urxentes que precisa a cidade en viarios que nunca foron reparados logo dun investimento un tanto arbitrario nos primeiros meses do ano».
Al hilo de esto, Suárez declaró que es la intención del Gobierno municipal «facer un esforzo importante» para aumentar los presupuestos de 2016 para la contrata de personal público en el municipio, citando ejemplos como la Casa de Acogida, la Biblioteca, el cementerio, resolver la interinidad de diez bomberos del parque de Ferrol e incrementar el cuadro de personal de la Policía Local.
Lo que son las contradicciones, Sr. Suárez: por un lado dice usted que hay muchas calles echas una porquería (luego indica que debería haberse metido dinero en arreglarlas) y por otro lado dice que apenas le dejaron presupuestos por un «frenesí» de hormigón (luego va a resultar que sí se invirtió en arreglo de viales). Déjese usted de tanta crítica a los anteriores y póngase a trabajar de una vez, porque su gestión está siendo más bien nula. Llevamos más de 3 semanas con Sánchez Calviño cortada, y aquí no pasa nada.
Estos son de mucho hablar, pero de hacer, nada de nada.
Hoy 11 de agosto de 2015, entre las 19:00 y las 20:00, observé como dos ciudadanos de género masculino, en la zona de la Malata, a la altura de la pista de kayak-polo, se afanaban en el noble arte del marisqueo. Me reconozco cobarde. No llamé a la policía, por ahorrarme los euritos. Opté por encaminarme al cuartelillo de la GC, pero en la puerta dudé: a ver si me tengo que identificar o si tengo que poner una denuncia, pero dado que no soy parte afectada, seguí de largo. Pensé que estamos en agosto y la ciudad llena de turistas. Quizás alguno tenga la mala suerte de comer estos ricos manjares de la poza cheirenta. Es posible que se denuncio, me citen en calidad de imputado, observador impropio, actor secundario pésimo. Total que al final aún puedo acabar entrullado por no denunciar al alopécico dueño del bar que, esta mañana me chuleó un euro del reintegro de la primitiva, por cooperación en la evasión fiscal. Al final, decidí que seguramente lo que movía a tan laboriosos trabajadores, solo podía ser el interés científico, pues eran inmunes al paso de los vehículos y conciudadanos caminantes. Seguramente son dos becarios del campus de Mogadiscio, apurados por el plazo de la presentación de la tesis y, volcados al estudio de los artrópodos, crustáceos y bichitos guarros que presenta el terreno. Concluí que son un asqueroso cobarde, igual que los vecinos que dudan ante los incendiarios. Pero me felicité por el apoyo de la marea (baja,en este caso) al i+d ferrolano y el abandono de las políticas trasnochadas del turismo y del «que vienen las suecas». Bravo por el nuevo cambio de modelo.