Galicia Ártabra Digital Noticias de Ferrol y la comarca de Ferrolterra.
Los bomberos de Ferrol se las prometían muy felices.
En la noche de Fin de Año eran nueve miembros los que se mantengan de guardia. Salvo dos, el resto casados y con familia. Lo pasaban lejos de los suyos aunque el equipo lo pensaba celebrar con una cena servida por un catering a la que invitaba el Concello.
“Es un servicio más, habitual, y esperemos que todo resulte bien, sin nada extraño que nos haga hacer alguna salida, no por el trabajo sino por la tranquilidad de nuestros vecinos y de los concellos a los que tendríamos que acudir si recibiésemos alguna llamada de auxilio”. Así nos lo decían en la tarde del miércoles, momentos después de una intervención en la calle Ponzos, en Ultramar, ante el incendio del horno en una cocina de una vivienda.
Pero a las 23:12, cuando ya estaban medio cenando, recibieron una llamada del CAE 112-Galicia informándoles de un incendio urbano en Cedeira.
Se trataba de un incendio en la caja eléctrica en una fachada de la calle Real, 38 en la villa cedeiresa.
Y… ¡levanta y vámonos! Tuvieron que dejar todo sobre la mesa y emprender ruta aunque cuando se encontraban a la altura de Pantín, en Valdoviño, se les informó que el incendio había sido sofocado,. Prácticamente se apago solo, y que podían dar marcha atrás.
Y cuando llegaron a la Base en A Gándara… ya habían sonado las doce campanadas y no pudieron comer las doce uvas a tiempo.
Gajes del oficio.
Y menos mal que en lo que cabe tuvieron una noche tranquila, salvo a las 7 de esta madrugada de este jueves, día 1, cuando les avisaron que había un incendio en una vivienda en la carretera de Castilla, en Narón, aunque cuando estaban preparando la intervención se les avisó que no era necesaria su presencia.
Y… a las ocho de la mañana emprendieron viaje a sus domicilios al acabarse el turno.
Una vez más… ¡gracias a esos ángeles de la guarda!
