Juan José Fernández Fernández, quien hasta el pasado mes de septiembre, ha sido Delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Mondoñedo-Ferrol, recibiráeste luneslunes 20 de octubre el agradecimiento y cariño de toda la familia de Cáritas con una misa de despedida que tendrá lugar en la parroquia de Ntra. Sra. Dolores, a las 18.00 horas.
Juan José Fernández se incorporó a Cáritas Diocesana en 2007, como Subdelegado Episcopal, apoyando al entonces Delegado, Juan José Basoa. En 2009 fue nombrado Delegado Episcopal de la entidad, continuando con el proceso ya en marcha, de profundizar en el acompañamiento e impulso de las Cáritas parroquiales de la diócesis. Fue éste un empeño que inculcó al equipo de Cáritas y que como seña de identidad de su legado, plasmó en la Memoria de 2007: “Cáritas Diocesana ha de tener siempre el objetivo de llegar cada vez más, a una porción más grande del territorio diocesano”.
Un legado que ha ido fructificando a lo largo de los años en acciones que han mejorado la capacidad de respuesta de las Cáritas parroquiales para, entre otras cosas, hacer frente la atención a los más perjudicados por la crisis y que se ha materializado en incrementar, en cerca de once veces la cantidad aportada por Caritas Diocesana para “ayudas de emergencia” o de “Acción de base “, a las Cáritas parroquiales. Aportaciones que pasaron de 27.543 euros en 2007 a 298.090 euros en 2013.
También se preocupó Juan José Fernández de implementar un proceso de mayor claridad informativa en las memorias anuales de Cáritas Diocesana, incorporando a ellas a los auténticos destinatarios de la misión de Cáritas “os rostros dos nosos irmáns que están padecendo esa difícil situación, e tamén os nomes de cada un dos voluntarios/as que os acollen, comparten e buscan a forma de axudar o máis e mellor posible a cada un deles”
Juan José Fernández fue también representante de la Cáritas de Galicia en el Consejo General de Cáritas Española.
Durante su etapa, el notable incremento de los donativos que de 183.280 euros en 2007, pasaron a 495.155 euros en 2013, propició una mejora cualitativa y cuantitativa en la acción de la Iglesia con los más débiles.