Las conselleiras de Sanidade y de Traballo e Benestar, Rocío Mosquera y Beatriz Mato, visitaron en la mañana de este lunes, día 21, la residencia mixta de mayores de Caranza. Allí, la titular de Sanidad destacó que desde enero de este año, gracias a la modificación del decreto de acceso a la historia clínica electrónica, es posible que los facultativo de estos centros públicos puedan acceder a la historia clínica del propio paciente para consultarla o escribir informes. Un proceso que está ahora mismo «en proceso de implantación» y del que la residencia de Caranza «se ha convertido en un referente», añadió Mato.
Esto redunda en una mejor atención a los residentes, al permitir el acceso a pruebas complementarias e interconsultas con especialistas hospitalarios, y beneficia al sistema ya que optimiza las pruebas y derivaciones hospitalarias, evitando duplicidades y ajustando tratamientos.
En lo que va de año, son más de 1.500 los residentes a los que se ha accedido a su historia clínica electrónica, por parte de 27 profesionales de las 14 residencias en las que se está utilizando. En este sentido, Galicia lidera la integración sociosanitaria en España a través del uso compartido de la historia clínica electrónica.
Esta iniciativa comenzó con una experiencia que se llevó a cabo el año pasado en la residencia de Volta del Castro de Santiago, que resultó «sumamente positivo», tal y como pusieron en valor ambas conselleiras.
Los departamentos de Sanidade e Traballo y Benestar trabajan conjuntamente desde hace años en pro de la coordinación sociosanitaria de Galicia, a través de órganos como la Comisión interdepartamental de coordinación de la atención sociosanitaria de Galicia o el Comité técnico de planificación de la atención sociosanitaria. Fruto de este trabajo, el año pasado se presentó el Plan Marco de Atención Sociosanitaria de Galicia.
MEJORAS EN CARANZA
Además de las novedades de la gestión, Benestar sigue trabajando para aumentar y optimizar las infraestructuras sociales de la comunidad. Así, en los últimos cinco años se crearon cerca de 2.900 plazas públicas en residencias, centros de día, y centros de alzheimer, lo que supone un incremento de plazas del 42% con respecto a las que había en 2009.
Este compromiso de mejora de las instalaciones tiene su prueba en la residencia de Caranza, en la que se va a acometer una reforma para convertirla en un espacio «más cómodo y de mayor calidad».
Las obras, con una inversión de 1,4 millones de euros, mejorarán las condiciones de habitabilidad, seguridad y comodidad.