La picaresca no tiene límite, aunque en esta ocasión ha tenido un final eficaz merced a la labor de la Policía Local de Ferrol.
La Policía Local venía observando como el propietario de un vehículo solía dejarlo en zona reservada, destinada a aparcamiento de coches para personas con discapacidad y poseedoras de la correspondiente tarjeta de estacionamiento.
Tras una serie de indagaciones se identificó a la persona, un vecino de Ferrol de unos 50 años, que utilizaba fraudulentamente una tarjeta para aparcar, conocida como “de minusválidos, es decir, para encontrar un estacionamiento “sin problemas”.
Pero los problemas los tuvo cuando la Policía Local le pidió la tarjeta y entonces “cantó” declarando que la había sustraído en un buzón de correspondencia de un vecino , situado en los bajos de su domicilio.
Todo terminó, de momento, en la correspondiente denuncia.