Seguiremos dando bandazos

jesus varelaJesús Varela
Está claro que en este preciso momento tanto el flotel para Pemex como el anunciado BAM para nuestra Armada, suponen un extraordinario balón de oxigeno para toda la comarca. Más, y aún considerando la extraordinaria importancia que tienen ahora estas construcciones, las mismas no pasan de ser más que un pequeño alivio dada la situación que vivimos. El flotel y el BAM, sobre todo este último, no dejan de ser un nuevo parche para la delicada situación que se vive en la compañía en general y en nuestra empresa motriz en particular.

Lo que le ocurre a Navantia sigue siendo para estar muy preocupados, y lo peor, es que seguirá siéndolo en el futuro porque, por lo visto hasta ahora, nadie está dispuesto a afrontar los verdaderos problemas que tiene la empresa. Navantia está gravemente enferma y su estado general, que es lo que debe de importar de cara al futuro, no va a mejorar tomándose unas aspirinas. Esto es solo un pequeño alivio dentro de una situación desesperada, y como tal, no va a suponer mejoría alguna en el estado general de la misma.

Pensar en el futuro de esta comarca (que es lo que debe de prevalecer) es sinónimo de discusión de un plan de viabilidad para nuestra empresa principal. El plan ya está elaborado, ¿Por qué no se discute? ¿Por qué se retiró de la mesa de negociación? Si la empresa tiene serias dificultades ¿Por qué se continua sin querer afrontarlas? Los representantes de los trabajadores se reúnen con la dirección de la empresa y quieren conocer y tratar las previsiones de carga de trabajo, sin embargo, nada dicen de discutir ese plan de viabilidad que la empresa presentó y retiró de la mesa a finales del pasado año.

Se sigue en la misma dinámica de siempre, en la de salir del paso, y con esa filosofía, los problemas, además de no solucionarse, no dejan de crecer y las soluciones, lógicamente, son cada día que pasa mucho más complejas y difíciles de tomar. El momento para sentarse y discutir seriamente la situación, era cuando en la empresa no había ni en donde clavar una punta. Y es que en la medida en que haya trabajo, en esa misma medida, la dificultad para solucionar los problemas crecerán debido a esa carga de trabajo precisamente.

Nadie tiene dudas en cuanto a que todo lo que le ocurre a Navantia tiene una extraordinaria carga política, y de ahí, que nadie se atreva a aplicar la terapia que la situación requiere. Eso tendría serias consecuencias de tipo social, y como en este país vivimos periodos electorales de forma permanente (europeas, municipales, autonómicas y generales) y nadie quiere perder la silla. Nadie quiere coger al toro por los cuernos.

Sabemos que los menos interesados en lograr una solución duradera y de futuro para la empresa son los políticos. Estos piensan solo en el momento en que están ocupando el sillón y entre ellos se dicen que quien venga atrás que lo solucione, pero ¿Y los representantes de los trabajadores? Los problemas hay que afrontarlos y las soluciones, si son de futuro, tendrán que tomarse aunque sean claramente anti populares. Por no hacer las cosas así, la empresa y la comarca, están como están.
Si el año pasado esta empresa tenía graves problemas estructurales, y por eso se elabora un plan de viabilidad, hoy y sin haber hecho nada al respecto es evidente que los problemas siguen estando ahí. Y si están ahí, lo primero que hay que hacer es afrontarlos y buscarles solución. Es más, conseguir trabajo sin solucionar los problemas, aunque pueda resultar una paradoja, quizá sea contraproducente. Si es que de verdad pensamos en el futuro.

Felicitémonos por la carga de trabajo, pero no nos engañemos, la situación de la empresa sigue siendo la misma que hace un año, dos, tres…etc. Y eso es malo, muy malo. Sobre todo, cuando se quiere mirar para otro lado.

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3 comentarios

  1. el pórtico de Astano

    Tu lo has dicho. Al ser una empresa pública ,las decisiones empresariales las toman politicos y los politicos no son técnicos….nadie quiere ponerle el cascabel al gato. Navantia es ruinosa y esta fuera del mercado. No es competitiva y tiene una plantilla sobredimensionada aparte de una baja productividad.

    En definitiva,o hay despidos y privatización o eso a medio plazo quebrará.

    los sindicatos quieren alargar la agonía,pero en algún momento tendrá que reventar

  2. Patricia Muíños

    Ferrol solo tiene futuro si los astilleros públicos, y siempre públicos, vuelven a tener carga de trabajo

  3. Patricia Muíños

    Sr Varela, no se preocupe que su futuro está asegurado.