Flotel, ahora sí

Barón de Recemil.

“Ojalá me equivoque”, así terminaba yo mi anterior artículo titulado Flotel o no flotel y, menos mal, me equivoqué.

Después de mis elucubraciones peregrinas en torno a la construcción o no por parte de Navantia Ferrol de uno de los flóteles que Pemex tenia anunciado, con satisfacción, recibo la noticia de que los mismos eran solo eso, elucubraciones, con fundamento, pero desacertadas, ya que a la vista está que sí, “me equivoque”, y lo celebro.

edda-fidesConseguido este contrato que alivia en parte nuestras penurias, es el momento de actuar, de demostrar a Pemex que somos los mejores, pero no solo de boquilla, con hechos, entregándole un producto que supere con creces el que ella misma va a construirse, mejorando los plazos de entrega, con la calidad de fabricación de la que somos capaces, y demostrándoles fehacientemente lo que Navantia sabe hacer, barcos, lo que será una buena manera de tener contentos a nuestros “salvadores”.

Salvados, sí, gracias al salvavidas que supuso la adjudicación de este contrato por parte de PMI y su filial Pemex. Es el momento aprovechando nuestra experiencia en salir airosos de situaciones difíciles, de arrimar el hombro, de pensar en el futuro, de no dormirse en los laureles y tratar de conseguir, buscar, esa continuidad laboral que necesitamos.

astilleroEn días se podrá iniciar el proceso constructivo del flotel, de hecho lo hizo ya hace tiempo, con estudios, análisis, proyectos, etc., ahora toca materializar la obra con el acopio de materiales y demás actuaciones previas en las que Pemex, en colaboración con Navantia está ya inmersa, en los próximos días será realidad el inicio de la fabricación con la recepción, inspección y cortado de chapa, a partir de ahí la cadena productiva empezará a funcionar y algunos, por lo menos algunos, retornaran de la ociosidad al tajo, y otros comenzarán de nuevo su actividad después del paro forzoso en el que se encontraban metidos.

La oferta económica y la capacidad técnica de Navantia fue decisiva para la adjudicación del contrato que en unos días se firmará, y que será el pistoletazo de salida para empezar la obra que posiblemente se realizará bajo la dirección técnica de Barreras -Pemex- y será entonces cuando se inicie la fabricación, primero en Vigo y después aquí de los flóteles.

Pero debemos ser conscientes de que con esta obra se tiene conseguida la ocupación de tan solo una pequeña parte de la masa laboral de que disponemos y por un corto período de tiempo, no durará mucho. Tenemos que pensar en mañana.

El veto europeo a la construcción naval civil termina con el año en que vivimos. Es tiempo de pensar y trabajar en la consecución de la obra del dique flotante. Desde la CEF -Confederación de Empresarios de Ferrolterra- se están haciendo serios esfuerzos y propuestas dignas de encomio, hasta el punto de ofrecerse a participar en una posible sociedad aportando la mitad del capital necesario para afrontar su construcción. Los contactos oficiales que tiene efectuados en busca del resto del montante necesario para ello, hasta el momento, han resultado fallidos, pero porqué no recurrir a la inversión privada para conseguir el resto necesario, la obra es tentadora, y tocando las “notas” oportunas no parece muy difícil conseguirlo. El capital está ávido de inversiones, solo es necesario que alguien, ¿por qué no la CEF? se involucre en ello.

¿Será esta la solución al “dique sí”?

 

 

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