La empresa metalúrgica Maessa, que trabajaba como auxiliar del naval en Navantia, ha planteado un expediente extintivo para los 85 trabajadores con los que todavía cuenta en Ferrol, en donde hace dos años tenía una plantilla que alcanzaba los 400 operarios, pero que se ha ido reduciendo ante la falta de carga de trabajo en el sector naval.
Los 85 trabajadores que todavía permanecen en plantilla y que tienen antigüedades de entre 6 y 8 años, están afectados por un expediente de regulación suspensivo que finaliza el 31 de enero. A partir de ahí, la empresa plantea aplicar un ERE extintivo, lo que supondría «el cierre en Ferrol«, como puntualizó Francisco Javier Leira García, delegado de CC.OO. en el comité de empresa.
Los trabajadores tienen previsto continuar con las conversaciones con la dirección de la empresa, para mostrar su rechazo al expediente extintivo e intentar que sean recolocados en alguno de los otros centros con los que cuenta la compañía en España. Maessa pertenece al grupo ACS.
En Ferrol su trabajo estaba muy vinculado al área de aceros, en los encargos que realizaba Navantia. Los trabajadores ya finalizaron las actividades que tenían pendientes el pasado 15 de agosto y, salvo trabajos puntuales, no han tenido ocupación. Han estado afectados por un ERE suspensivo.
«Aquí si no hay carga de trabajo, ya sea con buques militares o el flotel que el presidente de la Xunta de Galicia y el alcalde del PP decían que venían, aquí no hay nada, hay cero, las auxiliares no tenemos nada de trabajo», lamentó Leira García, que denunció que los operarios del naval en la ría de Ferrol «llevan dos años de movilizaciones, con un Gobierno y con el otro, y a pesar de todas las promesas, aquí no sale nada».
No es una empresa ferrolana
El presidente de la Confederación de Empresarios de Ferrol (Cofer), Isidro Silveira, preguntado durante una rueda de prensa sobre la situación de Maessa, ha puntualizado que no se trata de una empresa ferrolana, sino de un grupo que «ha generado trabajo aquí durante un tiempo«, y que ahora que no tienen carga de trabajo «cierran de una forma muy digna, su trabajo ha acabado en octubre y han aguantado esta gente hasta enero».