La Asociación Andrea llegó a la reserva de la Biosfera de Allariz en el año 2009, desde el pueblo pontevedrés de Barro, y allí comenzó la acogida de burros abandonados y en peligro de extinción, que amplió con programas de asistencia y terapia a colectivos de personas con cualquier tipo de desventaja física y psíquica y, desde hace un mes, ofrecen en el mercado semanal de la reserva unos de 2.000 jabones de leche de burra.
El presidente de la asociación, David Lema ha explicado las excelencias de estos jabones, que ya se hacían hace miles de años, hoy elaborados con un 10 por ciento de leche de burra en el caso de que la leche sea fresca, como hacen en la sede de Andrea –en el pueblo de San Salvador dos Penedos— o hasta un 20 por ciento si la leche va en polvo.
«Los actuales estudios demuestran que Cleopatra o la esposa de Napoleón, según la historia, tenían razón al elegir este tipo de jabones pues la leche de burra fresca tiene un alto contenido en retinol, elemento que nutre la piel, y nuestros jabones pueden ser los únicos en España que se elaboren con la leche fresca», ha detallado.
David Lema se ha formado con un artesano jabonero francés, de forma que a la base que aprendió a elaborar, en la reserva de la biosfera de Allariz le añadieron plantas aromáticas de producción propia y leche de burra fresca.
DOS MIL JABONES EN TRES MESES
De este modo, Lema ha apuntado que lleva un año con la elaboración de jabones, a un ritmo aproximado de 2.000 cada tres meses, los cuales venden en la sede de la asociación y en el mercado semanal de la reserva, pero desde hace un mes cuentan con un diseño y sistema de etiquetado definitivo.
Con este etiquetado esperan llegar al mercado especializado de las tiendas de cosmética y productos ecológicos, pues «una de las líneas de su jabón cuenta para su elaboración con elementos de producción totalmente ecológica», ha subrayado.
Para la producción actual de ‘Xabón de Allariz’ es suficiente la producción de leche de Margaritte, una burra que cría a su potrillo Ulises, ambos procedentes de la comarca de Encartaciones (País Vasco), y en peligro de extinción.
Aunque si la demanda de este jabón único aumentase, ya cuentan con un «convenio con la asociación de criadores de raza zamorano-leonesa, para conseguir más leche», ha remarcado la psicóloga de la asociación, Elsa Pérez.
RECUPERACIÓN DE UN PUEBLO
La actual cabaña asinina de Andrea cuenta con 19 animales, de los que cinco son de Encartaciones, algunos de la raza zamorano-leonesa y otros híbridos, procedentes de familias que donan sus burros.
«El albacea de un señor fallecido hace poco nos llamó para saber si nos podíamos hacer cargo de un burro que sus hijos no querían, por lo que en sus últimas voluntades hizo constar que no se le diese a un tratante, así que le buscamos destino en alguna casa rural o algún particular interesado», ha señalado Elsa Pérez.
Para los integrantes de Andrea, la elaboración de los jabones es «simplemente, el punto más vistoso de un trabajo de recuperación de un pueblo como San Salvador dos Penedos, en pleno corazón de la reserva de la Biosfera de Allariz, en el que el grupo de burros recuperados mantiene limpios los montes y con un destino para pastos, y ese fue el proyecto integral que contó con fondos europeos para arrancar», ha relatado Lema.
TERAPIA Y FORMACIÓN PARA UNIVERSITARIOS
Así las cosas, Lema y Pérez apelan al carácter «ético y ecológico» del producto y de todas sus actividades, entre las que se encuentran sesiones terapéuticas con asnos, además de jornadas y cursos de formación para alumnos de Formación Profesional, trabajadores del Servicio Galego de Saúde y alumnos multidisciplinares procedentes de Venezuela, Alemania o Portugal.
La asociación mantiene convenios en la universidad de Vigo con la facultad de Ciencias de la Educación y con la Escuela Superior de Agrónomos para ciclos formativos, además de atender a visitas familiares que cada día se acercan a conocer su trabajo.
(EUROPA PRESS)