Dimes y diretes sobre la denuncia a Beatriz Sestayo

(Parking Parlamento, foto archivo)
(Parking Parlamento, fot archivo)

La diputada denunciada por un guarda de seguridad del Parlamento de Galicia, la socialista Beatriz Sestayo, había sido avisada varias veces por los servicios de seguridad de que sacase un vehículo vinculado a ella que permanecía en el garaje del edificio del Pazo do Hórreo desde el mes de marzo.

Por su parte, en declaraciones a Europa Press, la parlamentaria ha alegado que no pudo retirarlo con anterioridad al estar averiado y que incluso «tramitó» con la Mesa que pudiese entrar un operario de taller para sacar el coche, que se había quedado sin batería, pero que se le «denegó» pese a que había sido aceptado en un primer momento.

Fuentes consultadas por Europa Press han confirmado que a la parlamentaria ferrolana se le dijo que «no podía» mantener dos coches en el párking subterráneo del edificio, que en otra época fue cuartel militar. Indicaron, al respecto, que no atendió estos requerimientos y finalmente se le impidió el paso a un segundo coche, el pasado 29 de octubre, coincidiendo con el primer día de sesión plenaria de esa semana.

A raíz de esa prohibición se produjo el incidente entre la diputada y un guarda de seguridad, que desembocó en una denuncia policial, avanzada por ‘V Televisión’ en su programación de la noche del jueves, y en la que se recoge que el servicio de seguridad «tiene órdenes por escrito de que los parlamentarios y funcionarios que trabajan en el Parlamento sólo puede acceder con el vehículo que tengan autorizado y no podrán tener estacionado más de uno».

En el escrito policial se señala que la parlamentaria «dio pequeños acelerones» al vehículo y que el guarda se apartó porque temía por su «integridad física y se sintió intimidado y amenazado por la conducta«. También recoge, según el denunciante, que la diputada alegó que había hablado con Presidencia y le había autorizado a entrar y que llegaba tarde a votar.

Finalmente, se explica que Sestayo dejó el vehículo a las puertas de la barrera y que, unos 30 minutos después, se ocupó una persona de su grupo parlamentario de retirar el vehículo, de todo lo cual fue «testigo» un policía autonómico.

 «Incredulidad e indignación»

La diputada socialista ha manifestado que esta situación le parece «surrealista» y ha explicado que el coche, que es de su hija, se lo dejó con las luces encendidas y se quedó sin batería. Sin embargo, ha dicho, no dejaron entrar a ese garaje (subterráneo) ni a un taller «ni a un amigo con unas pinzas», por lo que registró una queja ante la Presidencia. Con todo, según ha confirmado la parlamentaria, el vehículo ya no se encuentra en el aparcamiento del sótano.

Beatriz Sestayo, «horrorizada» por esta situación, ha negado que intentase arrollar al guarda de seguridad con su vehículo, y ha indicado que «nadie» del Parlamento se ha puesto en contacto con ella para explicarle la existencia de esta denuncia.

Todos recibieron aviso

Ya en el mes de julio, todos los trabajadores del Parlamento recibieron un aviso general de que únicamente se podía acudir a este recinto con un vehículo y que éste debía corresponderse con el coche que estaba en la base de datos.

Según las fuentes consultadas, y aunque Sestayo era la única que en los últimos tiempos permanecía con dos coches, antes era habitual que hubiese plazas ocupadas a mayores de las que deberían estarlo, con lo que los días de sesiones de relevancia eran escasos las plazas que quedaban libres, en especial, las del aparcamiento exterior, en el que están autorizados los medios de comunicación acreditados.

 Denuncia y grabaciones

El día en que ocurrieron los hechos, el guarda de seguridad, empleado de la empresa Eulen, se lo comunicó a sus superiores del Parlamento, que le dijeron que no podían poner ningún obstáculo a la presentación de la denuncia, según las fuentes consultadas. Con todo, el denunciante no declaró ante la comisaría hasta el 6 de noviembre, varios días después.

Según las fuentes consultadas por Europa Press, de lo ocurrido el pasado 29 de octubre existe la grabación de las cámaras de seguridad, la cual está «custodiada» por el Parlamento y será entregada, en su caso, al juez, si así lo requiere y la denuncia sigue adelante.

Por el momento, la Cámara gallega no ha recibido ningún requerimiento judicial ni oficio en que se certifique que la diputada tiene tal condición, un procedimiento habitual que realizan los jueces para inhibirse al tribunal superior que corresponda en el caso de que tengan que atender a un aforado.

 

 

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Un comentario

  1. Patética diputada, con lo bien que estarías defendiendo lo naval..