Bueno, ya veremos. Recordemos que en esta melodramática película de los floteles, el desenlace final primero iba a ser en Septiembre, luego en Octubre y ahora entre Noviembre y Diciembre (apertura de propuestas el 13 de Nov. y decisión final el 6 de Dic.) ¿Será verdad? Es posible, pero visto lo visto, credibilidad cero.
El proceso ha sido todo él tan opaco, tan poco transparente, que uno ya no sabe realmente lo que pensar. De todas formas, ahora e independientemente incluso del fallo final del concurso, el pueblo si está en condiciones de exigir responsabilidades de tipo político. El asunto, es cierto que sigue manteniendo intacta toda la extraordinaria importancia por lo que a nivel laboral puede representar tanto para la Ría de Vigo como para la de Ferrol, pero no es menos cierto también, que políticamente hay unas responsabilidades que afrontar por la gestión realizada, y éstas, alguien las tiene que asumir.
Después de lo publicado en los periódicos el pasado mes de Octubre en cuanto a la fase final del concurso y a quienes son ahora mismo contrincantes directos de Navantia y Barreras para la construcción de los buques, el presidente Feijoo tiene que dar la cara. Y la tiene que dar con la dimisión bajo el brazo, por la forma en que, basándose en no sé que cláusula de confidencialidad, se permitió engañar a las comarcas de Vigo y Ferrol. Una carta de dimisión, que en buena lógica tendría que alcanzar también a los presidentes de la SEPI y de Navantia. Y por el mismo motivo, claro está, que al presidente Feijoo.
En la vertiente política, tanto Feijoo como todo su equipo de gobierno, así como todos sus diputados del partido en el parlamento gallego, y alcaldes y concejales del mismo en la comarca de Ferrolterra, quedaron a la altura de la mismísima (….), incluso hasta el mismo ministro de Hacienda, el Sr. Montoro, por sus reiteradas afirmaciones al respecto desde la tribuna de las Cortes Generales. ¿Por qué se aseguraron una y otra vez cosas que no eran verdad?.
Políticamente hablando e insisto, digo políticamente no laboral ni socioeconómicamente, ya es igual quien al final haga los floteles, si Navantia y Barreras a través de PMI Norteamérica o el astillero del mundo mundial que sea. El asqueroso trabajo político que envolvió toda esta operación ya quedó totalmente al descubierto. ¿Pero cómo se puede jugar tan frívolamente con los sentimientos de miles de familias?
Hay mucho que explicar. Y dar la cara ahora significa decir algo más de lo que ya sabemos todos o casi todos. Ahora es necesario aclarar además del cómo y el por qué de la representación teatral que tuvo lugar el 19 de Septiembre del 2012 en Santiago con el presidente de la SEPI, el presidente de Navantia, el consejero delegado de Pemex Internacional, el presidente de Barreras, presidentes de Diputación, alcaldes…etc, etc, las portadas de los periódicos del mes de Mayo del 2012 en las que se aseguraba que Pemex encargaba 14 remolcadores en Galicia, (7 para construir de forma integra y otros 7 en régimen de colaboración) de igual forma también, que la afirmación del desembarco que la petrolera mejicana iba a realizar en Barreras comprando el 51% de las acciones de la compañía, de las que todavía nada se sabe. Francamente, hay muchas cosas que aclarar y ninguna de ellas puede quedar ya protegida por ninguna cláusula de secretismo o de confidencialidad. Basta ya de oscurantismo.
Si el pueblo, como parece estar demostrado, fue engañado por su presidente, a éste no le queda otro camino que el de la dimisión. Los ciudadanos no podemos ser cómplices de que se institunacionalice la mentira a través del poder político. El engaño a ese nivel, no puede quedar impune.