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El grupo de somalíes que intentó asaltar en enero de 2012 el buque de guerra español ‘Patiño’ está vinculado al secuestro de tres buques alemanes y pertenece o tiene nexos en común con una de las principales organizaciones que se dedican a la piratería en tierras de Somalia, concretamente en las ciudades de Harardhere y Hobyo.
Así lo ha expuesto uno de los peritos del Cuerpo Nacional de Policía que han comparecido en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra seis somalíes acusados de intentar abordar el 12 de enero de 2012 el ‘Patiño’ al confundirlo con un mercante y que se enfrentan a penas de 23 años de cárcel.
Ante el tribunal, presidido por el magistrado Fernando Grande-Marlaska, este perito ha explicado que el ADN y las huellas de uno de los acusados, Hamoud Elfaf Mahou, de 33 años, aparecieron entre las muestras recogidas a raíz del secuestro del armador germano ‘Hansa Stavanger’, capturado en abril de 2009 en aguas del este africano con 25 tripulantes a bordo.
Cuando fue detenido en la operación del ‘Patiño’, facilitó un número de teléfono que supuestamente pertenecía a su padre para que fuera informado de su arresto. Pues bien, ese número estaría vinculado al secuestro de otros dos buques alemanes, el ‘MV Victoria’ y el ‘Marida Marguerite’, capturados en mayo de 2009 y 2010, respectivamente. «Esta persona tomó parte en el grupo de acción pirata que abordó el buque alemán», ha agregado.
«El grupo que intentó abordar el Patiño estaría vinculado o pertenecería a la milicia de un líder de la organización que opera en Haradere«, ha indicado el perito, para revelar las coincidencias telefónicas detectadas en las tarjetas intervenidas a los acusados con otras operaciones de piratería desarrolladas en el océano Índico.
De este modo, en estas tarjetas telefónicas se detectaron «actos preparatorios» anteriores al asalto del ‘Patiño’ con mensajes donde terceras personas les emplazaban a tener «cuidado en esa actividad peligrosa» y otros denotando la recepción de fondos de hasta 19.000 dólares.
«Idear» que son pescadores
«Esta cantidad de dinero nos permite inferir que gran parte se dedicó a adquirir elementos entre el 1 y el 9 de enero de 2012 para luego sacarlos a la mar, desde alimentación a herramientas o ‘khat’, droga consumida en esa zona de África«, ha proseguido el perito.
El experto policial también ha explicado el modo en el que operan estas organizaciones de piratas. Mientras unos «ponen dinero encima de la mesa» para financiar su actividad, otros «proveedores de servicios» suministran el material para el abordaje y un «cabecilla y varios soldados» lo llevan a cabo.
Si el secuestro se salda con éxito, aparece un negociador con conocimiento de inglés y de las estrategias necesarias para obtener el mayor beneficio posible derivado del pago del rescate. Si por el contrario son capturados, «saben que tienen que crear una ideación de su actividad en la mar, la más común es la pesca», ha destacado. Los acusados negaron este lunes ser piratas y aseguraron que eran pescadores hambrientos.
«Zafarrancho de combate»
Ocho tripulantes del ‘Patiño’ han relatado cómo distinguieron un esquife «pegado al casco» de la nave española y cómo sus ocupantes habían instalado algunas escalas para abordar el buque. «Después, escuchamos disparos que procedían de fusiles AK, no eran de los nuestros por el sonido a metal», han agregado.
En este sentido, el centinela que dio la voz de alarma desde cubierta ha asegurado no tener «ninguna duda» de que los primeros disparos procedieron del esquife. «Comenzaron a disparar y repelí el ataque«, ha agregado.
«Mantuvimos la actitud de este tipo de situaciones, empecé a escuchar disparos. Tocamos zafarrancho de combate. A continuación, el esquife se dio a la fuga, salió el helicóptero y cuando dimos con el esquife, vi cómo tiraban armas de fuego, escalas, bolsas negras. Estaban riéndose, alguno fumando y en plan chulesco«, ha aseverado una testigo.
La dotación del helicóptero que siguió en el aire al esquife ha recordado que tardó unos 15 minutos en localizar la embarcación debido a la «mala mar» y que observó cómo sus ocupantes tiraban al océano tres escalas, armas y cinturones de munición. Acto seguido, el aparato sobrevoló la zona en búsqueda de un buque madre, aunque no detectó ninguno.
Una vez detenido el esquife, los somalíes adoptaron «una actitud chulesca«, si bien obedecieron las órdenes de los infantes de Marina y mantuvieron sus brazos en alto. «Dijeron que su cabecilla o jefe había muerto y lo arrojaron al mar«, ha añadido un alferez, que ha agregado que aprehendieron en la embarcación «bastantes» garrafas de combustible, dátiles envasados al vacío, leche en polvo, cuchillos de «grandes dimensiones«, tabaco y ropa.
