Antonio Miguel Carmona-(director diario progresista)
Confieso que siento una debilidad antropológica por Esperanza Aguirre. Una especie de interés científico acompañado por un deseo irrefrenable de desearla como rival político en cualquiera de los comicios que puedan avecinarse.
Porque creo que ahora Aguirre sería el mejor contraste para comparar una política claramente alternativa. El mejor reflejo para mostrar claras diferencias con los conservadores. Hoy por hoy, parece escapársenos de las manos el melifluo Rajoy o la indefinida Botella. Obtendríamos mejor resultado si la oponente fuera… Aguirre.
La expresión “on the rocks”, referida especialmente al whiskey, se refiere a compartir la bebida espirituosa sobre mucho hielo. Tanto como para confundir la malta destilada y hacerla ligera para el trago.
Esperanza Aguirre es la principal responsable político del caso Gürtel, ahora caso Bárcenas. Consejeros, viceconsejeros, directores generales implicados en cohecho y prevaricación, una auténtica fosa séptica bajo sus tacones. Y, sin embargo, fíjense, parece como si no hubiera roto un plato atreviéndose a espetarle a Rajoy moralidad pública.
Una declaración de Esperanza Aguirre, por pueril que sea, encuentra eco en la mayoría de los medios quienes la dedicarían una doble página. Eso sí, tras una llamada de la directora general de turno que ofrece sin disimulo otra doble página de publicidad del Canal de Isabel II o del Metro de Madrid (la suma de todos).
Y si el talonario la llevó a la fama y a ganarse el apodo de liberal, no hay nada más conservador que ese tea party ibérico que patrocina, defendiendo la despolitización de la política, la privatización de lo público y el whiskey tan aguado hasta hacerlo irreconocible: on the rocks.
No acierto a recordar desde Publio Clodio Pulcro, mayor tasa de populismo en discursos mal construidos. Y, por cierto, si a esto se le añade una buena dosis de oportunismo a la vieja usanza, ya tenemos el cuba libre señero del conservadurismo disimulado. On the rocks.
Los suyos la tachan de desleal. Bien es verdad que, en cuantito ve un árbol caído, corre a hacer leña para calentarse. Huele sangre en Rajoy y se ha dispuesto ella sola a erigirse como la adalid de la limitación de mandatos y la democracia interna. Con dos…
Menos mal que el cambio, por ejemplo en Madrid, es ya imparable. Pongan a Aguirre, a Churchill o al mismísimo Maura, les va a dar igual. Habrá gobierno socialista se pongan como se pongan. ¿Por qué?: porque dependemos sólo y exclusivamente… de nosotros mismos.
Mejor, por lo tanto, que la rival fuera Esperanza Aguirre. Mejor, porque, frente al populismo, rigor. Frente al oportunismo, trabajo. Y frente a la corrupción, democracia.
El día que dejó la presidencia de la Comunidad de Madrid, debería ser una fecha de celebración y festejo nacional, como indican en este vídeo que le dedicaron:
Canción para la Esperanza
http://www.youtube.com/watch?v=5h7-5zrODCc