¿Quién está nervioso en Génova 13?

Federico Quevedo-(el confidencial)

Se acordaran ustedes, supongo, de ese dicho tan popular, y tan sabio como casi todos ellos, que dice: “No permitas que los árboles te impidan ver el bosque”. Pues bien, en el llamado caso Bárcenas, hay árboles y hay bosque. El bosque, sin lugar a dudas, se llama cuentas en Suiza y cómo fue posible que el extesorero del PP acumulara en ellas decenas de millones de euros. De dónde salió ese dinero -es evidente que sus explicaciones no han convencido ni a la Policía ni al juez-; cómo hizo para escapar a todos los controles durante tanto tiempo, incluida la implacable Hacienda Pública; quiénes colaboraron con él y, por tanto, si ha habido otros dentro o fuera del PP que también han hecho ‘negocios’ lucrativos; quién o quiénes hicieron la vista gorda mientras todo eso ocurría; cuánto de todo ese lucrativo negocio de Bárcenas tiene que ver con la trama Gürtel…

Son muchas las preguntas que debe responder la Justicia sobre unos asuntos que, nadie lo duda y él (Bárcenas) tampoco, van a llevar al extesorero del PP ante un tribunal y, muy probablemente, le supongan una condena. Él, insisto, lo sabe, y por eso está ocurriendo todo lo que está ocurriendo, por eso él practica esta ceremonia de la confusión, que le está saliendo muy bien porque cuenta con la inestimable colaboración de algunos medios de comunicación dispuestos a comprarle lo que sea con tal de alimentar sus portadas en crisis, de una opinión pública y buena parte de la publicada que encuentran en este espectáculo dantesco un rosario de argumentos para dar rienda suelta a odios y cabreos varios y diversos, y de un Partido Popular que ni supo cortar por lo sano cuando tuvo que haberlo hecho ni ha sabido dar ahora una respuesta adecuada a la estrategia mediática de quien hasta hace cuatro día era uno de los nuestros y se ha convertido en el enemigo público número uno.

¿Y por qué es así? A mí no me cabe la menor duda de que, desde el primer momento, es decir, desde que estalla el caso Gürtel y aparece Bárcenas implicado en el mismo, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha querido deshacerse del extesorero y enviarlo, a ser posible, al destierro de Siberia, pero un partido político no es una empresa en la que el CEO toma una decisión y ésta se cumple a rajatabla o te largas a la calle -fíjense en lo que está pasando en Iberia, donde el Consejero Delegado de IAG manda más que el presidente, que no manda nada dicho sea de paso, y ha tirado a la basura los acuerdos a los que habían llegado empresa y sindicatos-, sino que, muy al contrario, las luchas de poder y las tensiones entre las distintas familias y corrientes, o entre los amigos de unos y de otros, influyen mucho en las decisiones que se toman… Y en las que no.

Desde el primer momento, desde ese primer momento en el que salta a las portadas de los medios de comunicación el caso Gürtel, hay gente en Génova 13 que está nerviosa, muy nerviosa, y eso tiene mucho que ver con la reacción tardía y temerosa del PP ante la realidad del caso Bárcenas y con muchas de las cosas de las que nos hemos ido enterando en estos días. ¿Quién? ¿O quiénes? Tenía y tienen que ser dirigentes con capacidad de acción dentro del partido, con poder en la toma de decisiones como para que, por ejemplo, hubieran pactado a espaldas de la secretaria general un finiquito con Luis Bárcenas que suponía un pago diferido con Seguridad Social incluía, a sabiendas de que lo que se estaba pactando era una ilegalidad. Gente que sigue teniendo interlocución con él, que incluso está consiguiendo que el PP retrase semana tras semana la presentación de esas querellas. Gente que incluso filtra a algunos medios de comunicación cosas que pasan dentro del partido y que afectan a la estrategia de defensa ante Bárcenas.

Y no es difícil saber quién o quiénes pueden estar nerviosos, porque algunos de ellos salen en las fotos junto a Bárcenas en conocidas partidas de pádel, y otros tuvieron responsabilidades muy altas dentro del partido durante la época en la que todo esto ocurría. Es más, basta con volver a repasar la lista de los mencionados por el propio Bárcenas, en sus papeles prefabricados para filtrárselos a El País, y hacer cuenta de los que no aparecen, aunque también alguno de los que aparecen se encuentra entre sus más íntimas amistades. Lo cierto es que la estrategia de Barcenas pasa por intentar acabar con su mayor enemiga dentro del PP, María Dolores de Cospedal, y, curiosamente, esa condición la comparte la secretaria general con algunos de los amigos del extesorero del partido. Pero eso sí, aquí todos ocupados con los árboles.