Carlos Barcón, critico de arte (Aica-Aeca)- LA OTRA ORILLA
Porque es perecedera la revista nace casi siempre con cierta prisa. Como no está hecha para durar, en ellasuele caber la improvisación, ofrece algo de la vidaque corre. Se suele inscribir en el calendario de losdías de fiesta. Una revista se diferencia del libro en que tiene siempre menos años, porque el libro habla para después y la revista para el hoy. Aunque mañana pueda ser libro, su misión no es esa, y cuando muere, lo hace de muerte cultural, es decir, por final de partida, porque aquí no cuenta el olvido.
Conocemos de ellas, que nacen, a veces se reproducen, que es una manera de sobrevivir y solo algunas crecen, se desarrollan con plena madurez, se difunden, se propagan, se suelen sostener. Por otro lado, las revistas pueden ser buenas o malas, no obstante siempre hay quien opina lo contrario, por eso hay lectores de unas y de otras. Reivindican la anécdota de su aparición, el aire del grupo amistoso.
Una revista, por naturaleza, es vanguardia, y no debeacumular más saber que el imprescindible. Al cabo de los años, una revista equivale a la fotografía que se muestra a los amigos en tarde de recuerdo. Y en ese recuerdo, y para mi inventario felizmente aparece el número 24 de la revista Poesía Galicia, que con gran esfuerzo viene editando la asociación de artistas SAF, y que nos fue presentado en un acto entrañable, acogedor, digno, en fechas señaladas de fin de año, con la Navidad por medio, y expectación entre los recitadores que la mostraron.
Recibo como posiblemente regalo de un grato amigo la revista Ronsel, magníficamente encuadernada, publicación que aparecería en la primavera del 1924, en tierras lucenses, ya desaparecida, pero que uniré a otras como Nordés, fundada en 1975, por los recordados amigos Tomás Barros e Isidro Conde, así como Luz Pozo, o Dorna expresión poética galega…o la ferrolana Aturuxo, cuyos once primeros números, encuadernados, guardo, incluso el primero editado por Tomas Barros y Miguel Carlos Vidal, con ilustraciones de Isaac Díaz Pardo, y reseña en primera página de un pequeño dibujo añadido a la revista del recordado pintor y escritor, Leyra Domínguez, realizado a Bello Piñeiro, en su cama, ya enfermo, el 8 de diciembre del 1952.