Más de 200 personas se congregaron el pasado sábado, día 27 de septiembre, en el Seminario Santa Catalina de Mondoñedo para celebrar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado 2025, convocados por la delegación diocesana de Migraciones.
Procedentes de las zonas de Ferrol, Narón, Vilalba, As Pontes, O Valadouro, Burela, A Pontenova y Viveiro, los participantes llegaron en su mayoría en autobuses, pero también hubo quien utilizó medios particulares. Las nacionalidades fueron muy diversas: además de España, participaron de Cabo Verde, Venezuela, Cuba, Colombia, la India, República Dominicana, Chile, Ecuador, Marruecos…
El encuentro comenzó con una oración interreligiosa dirigida por el nuevo delegado de Ecumenismo de la diócesis, el padre mercedario Dieudonné Abayizera. A continuación, el obispo Fernando García Cadiñanos dio la bienvenida y animó a participar en el encuentro: «Sentíos bienvenidos y acogidos todos en este lugar tan entrañable para la Iglesia de Mondoñedo-Ferrol. Estáis en casa para celebrar vuestro día». Una mesa redonda dio la oportunidad para conocer el mensaje del Papa con motivo de la jornada y el lema de la misma «Migrantes, misioneros de esperanza».
Puntos de encuentro, gastronomía compartida y juegos
Tras este primer momento en el salón de actos del seminario, el grupo se dividió en diferentes talleres que buscaban dialogar sobre temáticas tan diversas como la búsqueda de trabajo, la nueva ley de extranjería, la familia migrante, la oración, el duelo migratorio… En definitiva, puntos de encuentro que permitieran encontrarse y dialogar tanto a migrantes como a agentes que participan en esta pastoral.
La comida compartida fue todo un momento de fiesta y de gastronomía. La variedad platos originales de diferentes lugares se intercambiaban en las mesas para poder conocer los secretos culturales de cada país. Tras la comida, de nuevo en el salón a causa de la lluvia, se desarrollaron diversos juegos y cantos que permitieron un momento de diversión, fiesta y encuentro.
«El cristiano es el que sabe ver, conmoverse y actuar»
A las 17:00 horas todo el grupo se dirigió a la catedral para la celebración de la Eucaristía, que estuvo presidida por el obispo y concelebrada por varios sacerdotes. Durante la homilía, el prelado se refirió a la celebración como un momento de fiesta por ser «el Jubileo de los Migrantes en nuestra diócesis, un día para renovar nuestra fe y nuestra esperanza».
Igualmente, desglosando el evangelio del día, los invitó a ver la realidad: «Hoy hay mucha gente que no quiere ver, o que ve la realidad desde su ideología, lo que le impide descubrir el dolor del mundo y actuar. El cristiano es el que sabe ver, conmoverse y actuar«.
Finalmente, hizo una invitación a todos los participantes a «llenar de esperanza nuestra Iglesia y nuestra sociedad». «Os necesitamos como sois», subrayó, «gracias por aportarnos tanto».
Una fotografía final de recuerdo y una pieza de un puzle como recordatorio de la jornada puso el broche de oro a un encuentro lleno de alegría, de juventud y de entusiasmo. En palabras de Jesús Álvarez, delegado diocesano de migraciones, el encuentro «ha sido una gozada poder convocar a tanta gente que llena de esperanza nuestra Iglesia y que tiene unos valores que nos ayudan a seguir creyendo».