José Manuel Otero Lastres
Los comentaristas políticos señalan que Pedro Sánchez al cerrar el Comité Federal del Partido Socialista le lanzó una crítica a Felipe González. Tras las valientes declaraciones realizadas por Felipe en El Hormiguero, Sánchez dijo:«Cuando deje de ser presidente del Gobierno seré un militante más al lado de mi secretario general».
Esta declaración merece tres comentarios. El primero se refiere a su veracidad: siento un hombre que ha cambiado tanto de opinión puede que no sea “nunca” un militante al lado de él Secretario general del partido. Puede que tuviera ese deseo, pero de sentirlo a hacerlo hay mucha distancia. ¿Siendo un hombre tan voluble tenemos que creer lo que dijo?
La segunda cuestión tiene que ver con qué estamos ante una reacción bilateral: hay un presidente que reclama a los demás, incluido al presidente Felipe, que sea un militante al lado del Secretario general. ¿Contara algo lo que piensa Felipe González? ¿No es la reacción de Felipe la más clara coincidencia que es imposible estar a su lado sin criticar con dureza su actuación de Presidente del Gobierno? Sánchez habla, como siempre, de él, ¿ porque no le pregunta a Felipe si su reacción fue fruto de “una ventolera de gente mayor” o se debió al modo en el que Sánchez maneja desigualmente el sagrado principio de igualdad entre los españoles?
Y, finalmente, alguien con todas y cada de las veces en que vemos que la política general la marcan en España los votos de los independentistas ¿puede estar de acuerdo con la política del secretario general del partido socialista sin más?
En una excelente entrevista de Nicolás Redondo en el Cascabel de la COPE decía que todos los partidos que han pactado con el PSOE decían una y otra vez la suerte que tenía este partido porque seguía en el poder. Pero ¿han visto la de veces en que el PSOE se ha saltado la Constitución por darles lo que pedían a cambio?
Cada uno ve las cosas según le indica su conciencia. Desde que entró la democracia, nunca he visto a alguien en el gobierno que sin ganar las elecciones y para mantenerse en el poder haga todo lo que le pedían los independentistas condenados. No será que lo molesta es que la derecha para llegar al poder primero gana las elecciones y segundo que gobierna con valores y principios: primero, los valores y principios, y después, el poder.