La apóstol número 13–( Enrique Barrera Beitia )

Enrique Barrera Beitia
En su apuesta por empoderar a las mujeres, el fallecido Papa Francisco tomó una decisión escasamente divulgada, la de nombrar a María Magdalena apóstol entre los apóstoles, o sea que ya son trece y no doce.
Por lo tanto cabría esperar cierto tipo de rehabilitación de su evangelio, porque no tengo dudas de que en la biblioteca del Vaticano tiene que haber bastante más que los pocos fragmentos que conocemos de su evangelio.

Durante siglos la Iglesia consideró a María de Magdala (María Magdalena) una endemoniada redimida por Jesús, incluso una prostituta. Sabemos que fue una mujer rica con la conservación y venta de pescado, que financió las actividades de Jesús, y que probablemente fue algo más que una seguidora extremadamente fiel y cercana, provocando celos entre sus discípulos. Cuando Leonardo da Vinci, que parecía saber lo que muchos sospechamos, pintó La última cena, la dibujó sentada a la derecha de Jesús aunque oficialmente se diga que es el joven apóstol Juan. Si dudan de lo que digo, vean el cuadro.

Ya saben que en los primeros tiempos del cristianismo circulaban alrededor de sesenta evangelios que se contradecían entre ellos, así que el concilio de Nicea celebrado en el año 325, los redujo a cuatro y ordenó la destrucción de los demás, entre ellos el de María Magdalena, del que sólo se conservan oficialmente varios párrafos y referencias en otros evangelios apócrifos. Tal vez lo más interesante de lo conservado sea la discusión entre Leví (que defiende a María Magdalena) y Andrés y Pedro que la atacan:
Leví le respondió así a Pedro: “Siempre estás enfadado, y ahora mismo discutes y te enfrentas a ella. Si el Salvador la ha juzgado digna, ¿quién eres tú para despreciarla? Sin duda Él la ha amado. Cumplamos aquello que nos fue mandado y prediquemos el evangelio sin restringir sino como dijo el Salvador”.
Cuando terminó de hablar, Leví se marchó y se puso a predicar el evangelio según María.

Es difícil teorizar sobre los contenidos de este evangelio proscrito, pero como los cuatro evangelios canónicos coinciden en que la persona a las que por primera vez se presenta Jesús una vez resucitado fue precisamente María Magdalena, es lógico suponer que la razón de la censura fueron las enseñanzas que Jesús le reveló en el Tiempo Pascual, y que le concederían el liderazgo en el cristianismo, algo muy poco aceptable para una sociedad tan patriarcal dentro y fuera del territorio judío.

Lo triste y contraproducente es que casi 2.000 años después, se mantenga la desigualdad de trato entre hombres y mujeres dentro de una religión con más de 1.400 millones de seguidores. Triste y contraproducente por los problemas de relevo generacional en su sacerdocio. Si tienen dudas sobre esto último, lean un artículo sobre este
problema en nuestra diócesis publicado a finales de octubre por José Carlos Enríquez Díaz.

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2 comentarios

  1. José Carlos Enríquez

    Que Jesús naciera varón es un hecho histórico; no es un mandato doctrinal para toda la vida de la Iglesia. Jesús rompió con las estructuras patriarcales de su tiempo, dialogando con mujeres, enviándolas como mensajeras y confiándoles su misión. Mujeres como María Magdalena, la “apóstola de los apóstoles”, fueron las primeras testigos de su resurrección y anunciadoras del Evangelio. Si Él confió su misión a mujeres, ¿por qué la Iglesia hoy les niega el acceso al sacerdocio? La cuestión no está en el género, sino en la vocación y en el servicio. La mediación sacramental inaugurada por Cristo se entiende mejor como acción del Espíritu, que trasciende la correspondencia biológica entre Cristo y el ministro.

    La elección de los Doce apóstoles varones tiene un fuerte componente simbólico y profético, vinculado a las doce tribus de Israel. No fue una normativa inmutable que excluyera a las mujeres del ministerio. La realidad histórica confirma que mujeres ejercieron funciones litúrgicas y de liderazgo en la comunidad cristiana primitiva. Figuras como Febe, Priscila o Junia están mencionadas en las cartas paulinas desempeñando roles con autoridad. No pueden ser reducidas a un papel meramente secundario o privado.

  2. José Carlos Enríquez

    Si deseas profundizar más en el tema te recomiendo las cartas auténticas de Pablo de Senen Vidal. Un gran teólogo
    El libro comienza tratando en una primera parte (I) las diversas cuestiones generales sobre las cartas paulinas; su trasmisión y consiguiente transformación, la fijación de las cartas originales en la misión de Pablo, su carácter en cuento a su género literario, redacción y base tradicional.

    Otros libros de Vidal, Senén son La Resurrección De Los Muertos, Hechos De Los Apóstoles Y Orígenes Cristianos, Iniciación A Jesús De Nazaret, Colosenses Y Efesios, Documento Q, El, Pablo, Iniciación A Pablo y Jesús El Galileo.

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